Tapachula, Chiapas; 25 de septiembre del 2020.- Por el efecto de la pandemia del Coronavirus y la ambición de fabricantes y distribuidores, los precios de la canasta básica y de otros productos, se han elevado exorbitantemente y quien paga todo eso es la población en general, sobre todo la vulnerable, la que no tiene trabajo y consecuentemente carece de dinero.
Así lo dio a conocer, Fernando Unda Castañeda, delegado estatal de la Unión Nacional de Transportistas y Campesinos (Untrac), quien aseguró que esta alza de precios no está siendo vigilada por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), «que es un organismo muerto en Tapachula y en el resto de los municipios de Chiapas».
Manifestó que hay un desajuste emocional psicológico entre las amas de casa y entre quienes van de compras al mercado, a las de autoservicio y a las tienditas, en virtud de que no saben qué está sucediendo, ya que casi todos los días se encuentran con precios más elevados de los productos que componen la canasta básica, esencial en la alimentación del sector popular.
Dijo que ha recibido múltiples quejas por ese descarado robo que hacen los comerciantes, quienes un día sí y el otro también, le ponen el precio que quieren a sus productos, todo eso, en contra de los bolsillos principalmente de las personas que menos tienen.
Explicó que productos, como la carne de res y de puerco; pollo, huevo, todos los granos o cereales, las verduras, azúcar, frijol y arroz, «se han vuelto comidas de ricos porque solo éstos pueden pagar sus altos costos».
Lamentó que desde hace ya casi dos años desmantelaron las oficinas de la Profeco en Tapachula y se la llevaron a Tuxtla Gutiérrez.
«Por eso los comerciantes hacen lo que quieren con los precios porque no hay quien les ponga freno, ni quien vele por la población», apuntó. .
Asimismo, que hay otras autoridades que podrían participar para frenar estos abusos, pero no intervienen, y dejan que el problema siga creciendo como cualquier bola de nieve.
De acuerdo a cifras de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), entre agosto y septiembre hubo considerables aumentos en los precios de la canasta básica en el país.
Por ejemplo, el costo del tomate en los mercados nacionales aumentó alrededor del 120 por ciento; mientras que en el limón fue de 66.67; la cebolla 45; la papa 27.27; y la naranja 20 por ciento, entre otros.
También hay un marcado comportamiento social. Una gran mayoría vive al día y no tiene para pagar todos sus gastos y tampoco los incrementos en esos precios.
Otros, mantienen un claro temor de gastar los pocos ahorros que tiene y solo están adquiriendo productos alimentario, pero los básicos, es decir, descartan la mayoría de las frutas, jugos, derivados de la leche, embutidos, pan, cereales, y muchos productos más. EL ORBE / Nelson Bautista