* Es Criadero de Zancudos y Ocasiona Desbordamientos.
Tapachula, Chiapas; 26 de abril del 2022.- El fraccionamiento La Antorcha, que se ubica al sur poniente de la ciudad, tiene el primer lugar en padecimientos de dengue, incluso del tipo hemorrágico, y aunque las autoridades de la Jurisdicción Sanitaria VII realizan fumigaciones constantemente, no ha sido suficiente para acabar con ese serio problema en el que están inmersos los habitantes de ese lugar.
De acuerdo a Martha Patricia Zepeda Martínez, coordinadora del Comité de Bienestar Copladem de la Primera y Sexta Etapa de ese fraccionamiento, lo que realmente se necesita para acabar con ese problema, es que se limpie el canal de agua que atraviesa ese sector, ya que debido al taponamiento con tanta basura, permite la generación de zancudos y de toda clase de insectos, entre ellos los que causan el dengue, zika y chikungunya.
Manifestó que a consecuencia de eso, varios niños se han visto graves al enfermarse de esos males, lo que preocupa a los padres de familia porque muchos de ellos no cuentan con ninguna prestación social y tienen que costear los gastos de curación de sus hijos.
Explicó que desde la parte norte de la ciudad, el canal arrastra gran cantidad de hojarasca y de toda clase de basura, lo que hace que se forme un tapón a la altura del fraccionamiento y al detenerse el agua, se desborda y se forman los criaderos de insectos y hasta de animales ponzoñosos, entre ellos los reptiles.
Por eso, dijo, es urgente que se desazolve, pero no solo que hagan a un lado la hojarasca y basura, sino que la levanten y la vayan a tirar a otro lado porque de lo contrario, al rato va a volverse a tapar el afluente.
Comentó también que cada año, cuando van a empezar las lluvias, hacen ese llamado a las autoridades para pedir que el desazolve, aunque reconoció que ahora no han tenido una respuesta positiva.
Puntualizó que los propios recolectores de basura en triciclos han tomado esa parte para tirar ahí no solo la basura normal, residuos de cocina, hojarasca y ropa, sino también restos de muebles, sillas rotas, mesas desbaratadas e incluso, hasta tazas de baños, entre otros objetos, aprovechando que ninguna autoridad se los prohíbe. EL ORBE / Nelson Bautista