* México Importa el 60% de la Madera que Consume.
Tapachula, Chiapas; 30 de Noviembre del 2025.- La industria maderera en Chiapas avanza con pasos lentos y bajo condiciones adversas.
En reunión sostenida con productores forestales del Soconusco, la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Madera en el Estado, Norma Yaneth Racancoj Osorio, expuso la urgencia de reorganizar un sector debilitado por la falta de inversión, la compleja tramitología y la creciente dependencia del mercado internacional.
Racancoj explicó que el encuentro tuvo como finalidad “integrar a todos los sectores que forman la cadena productiva en el sector maderero… carpinteros, aserradores, plantadores y comercializadores”, y con ello impulsar una gobernanza estatal que hoy es prácticamente inexistente.
Pese a que comenzaron con apenas cinco integrantes, la Cámara ya suma 30 productores en su padrón estatal, un avance que, aunque modesto, revela la necesidad de articulación entre regiones como Soconusco, Comitán y San Cristóbal.
El panorama, sin embargo, es crítico. México importa el 60% de la madera que consume, una cifra alarmante considerando que Estados como Chiapas cuentan con amplias zonas forestales. “No podemos producir nuestro propio producto”, afirma Racancoj, señalando que los productores carecen de equipos adecuados y de procesos de transformación que permitan competir con países industrializados. Mientras China produce en volumen y a bajo costo, en Chiapas “el productor tiene que ir con su motosierra, sacar los productos en lomo… ese aprovechamiento es muy caro”, dice.
A esto se suma una problemática ambiental de fondo: la preferencia por muebles baratos elaborados con MDF o materiales comprimidos. Racancoj advierte que “eso es parte del calentamiento global… nos está generando mucho más basura”, al tratarse de productos de corta vida útil.
Las trabas burocráticas agravan la situación. Los productores deben viajar hasta Tuxtla para gestionar permisos, pues en el Soconusco no existe ventanilla local. “Imagínese, para aprovechar un solo árbol y hacer el trámite hasta allá… es mucho gasto, mucha carga administrativa”, denuncia. Además, la Secretaría de Medio Ambiente opera con recortes de hasta el 30%, lo que amenaza con paralizar aún más los procesos de aprovechamiento legal.
La realidad es clara: mientras los bosques chiapanecos continúan subutilizados, el país incrementa su dependencia de importaciones y los productores sobreviven entre obstáculos que ninguna autoridad ha resuelto. Una industria necesaria, pero desatendida. EL ORBE/ JC.





