En 1961 Silvia Pinal fue contrabandista de cine: aprovechó que todo mundo le pedía autógrafos en el aeropuerto de la Ciudad de México, para pasar, como equipaje, copias ilegales de la película «Viridiana». Por esa producción, que había sido dirigida por Luis Buñuel y actuado con un leproso real, la actriz había sido amenazada de ser excomulgada por parte del Vaticano. El gobierno español mandó a retirar todo rastro de ella por considerar que atentaba contra el catolicismo.
“Películas personales caseras”, respondió brevemente en la aduana mexicana, cuando se le preguntó lo que llevaba. «Viridiana», filme que ese año triunfó en Cannes y trata el tema de una joven monja a punto de tomar sus votos, fue la primera de tres colaboraciones de Pinal y Buñuel, que hoy cumple su 39 aniversario luctuoso. Su relación con el director de «Los olvidados» se dio luego de que un día, su entonces esposo Gustavo Alatriste, le preguntó qué quería como reconocimiento a todo lo que le había ayudado. “¡Trabajar con Buñuel!”, le dijo Silvia.
Y entonces buscaron concretar una cita con el mítico director, quien tras la reunión pidió 75 mil pesos de pago. Alatriste, un empresario que a partir de ahí entraría al cine, le extendió un cheque por 150 mil pesos. La película se escribió en la casa de Pinal. Buñuel tenía obsesión por un pequeño cuadro visto en el museo del Chopo en la capital mexicana donde había una religiosa tierna rezando frente a una corona de espinas y tras imaginar varias cosas, dio forma al guión. En 1977, Viridiana estrenó en España. En México algunas salas también. Con las copias que Pinal logró meter de incógnito al país. SUN
El día que Silvia Pinal Contrabandeó la Película “Viridiana”
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