En la Presente Administración Federal no se ha Realizado Ninguna Obra de Renombre en el Soconusco, y por el Contrario, Fueron Suspendidos Varios Proyectos que Pretendían Impulsar la Economía en la Región.
* SECTORES PRODUCTIVOS AFIRMAN QUE LA FEDERACIÓN MENOSPRECIA A LA POBLACIÓN DEL SOCONUSCO, MANTENIÉNDOLA EN UNA PROFUNDA MARGINACIÓN.
Tapachula, Chiapas; 20 de octubre del 2022.- Independientemente de que desmantelaron a Tapachula desde hace cuatro años y se llevaron oficinas, como la Procuraduría Federal del Consumidor, además de los grandes proyectos que prometían convertir al Soconusco en uno de los polos de desarrollo más importantes en el país, las grandes inversiones dejaron de llegar y ahora solo están concentradas en el Istmo o en la Rivera Maya.
Abraham Ruiz Matías, especialista en ingeniería de las vías de comunicación, dijo en entrevista para el rotativo EL ORBE que las inversiones del gobierno federal en Tapachula y los municipios aledaños quedaron estancadas en el tiempo y que lo único que se tiene en la frontera sur en materia de infraestructura, es gracias a los sexenios pasados o la iniciativa privada.
Aclaró que no puede hacerse una comparación de lo que ocurre en el norte con el sur, debido a la marginación en la que ha vivido la región Soconusco durante décadas, «lo que ha generado un atraso evidente y es una de las razones para que esta parte del país no despegue como debería de ser».
Puso de ejemplo a Puerto Chiapas, «el cual ha mostrado problemas por la falta de mantenimiento en la dársena que da acceso a las naves y que requiere de constante desazolve».
Agregó que otro rubro que olvidado por las autoridades federales son las carreteras, como es el caso de la que van a Puerto Madero y que comunica con principales ramales, como el de Jaritas, así como a las instalaciones de la Zona Naval y las playas, la cual sigue siendo una carretería de dos carriles a partir del Aeropuerto, luego de medio siglo de comunicación entre esa región con la cabecera municipal.
Añadió que esa transitada carretera a Puerto Madero, se ha vuelto muy importante, luego de que allá fue construidos (también en el sexenio pasado) la nueva Terminal de Almacenamiento y Reparto de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y el Muelle de Cruceros.
«Por ahí tienen que pasar miles de turistas que llegan en esos buques y por lo tanto requiere de una urgente ampliación, no solo para hacerla más funcional, sino también para mayor seguridad tanto a automovilistas como a la población en general», pero solo le ponen chapopote para tapar los hoyos.
Por su parte, Javier Flores, empresario en Puerto Madero, recordó que, al inicio de esta administración, fueron suspendidos los 14 proyectos del Parque Agroindustrial, y la primera Zona Económica Especial (ZEE), en los que la iniciativa privada invertiría decenas de millones de dólares y el gobierno solamente los servicios públicos y permisos que se requerían, pero ya no ocurrió.
En cuanto al Aeropuerto Internacional, comentó que, si bien es cierto que la empresa se vio forzada a realizar una remodelación, es conveniente que también se trabaje en l construcción de otra pista, ya que los vuelos se van incrementando y va a llegar el momento que una sola ya no será suficiente, mientras que en Tuxtla se modernizó todo lo que se refiere a las instalaciones aéreas.
También hace falta más rutas aéreas y la promoción turística que también ha desaparecido, y por ello la región fue literalmente hasta de los mapas y los trípticos, para impulsar solo a los lugares donde los funcionaros tienen fincados sus intereses personales.
Asimismo, la carretera que une a Tapachula con Frontera Talismán y obviamente con Centroamérica sigue reducida a un solo caminito, por donde pasan legalmente más de dos millones de turistas anuales.
Por si fuera poco, hace 22 años se hizo la mitad de lo que sería el libramiento sur de Tapachula y sigue igual que como lo dejaron en aquel tiempo. Es decir, no se construyó la otra parte, y mucho menos parte norte, que solo se anunció, mientras que en otras regiones, como ocurre en Tuxtla Gutiérrez, ya no saben a dónde poner ese tipo de bulevares, los pasos a desnivel, o los dobles pisos de sus calles.
En el caso de la carretera costera, puntualizó que es la misma del siglo pasado, llena de inexplicables curvas que hacen larguísimo el tramo, y que siempre están reparando, en trabajos que parecieran que nunca terminan de hacer. EL ORBE / Nelson Bautista