Ciudad de México, mayo 29.- El pancracio está por despedir a un histórico personaje: El Hijo del Santo, quien afirma que «todo tiene un ciclo» y él está por cerrar el suyo arriba del cuadrilátero, porque —tras 42 años de continuar con la herencia de su padre— llegó el día de decir adiós.
«[Esta decisión] es muy difícil, porque la lucha libre es mi vida. Es triste dejar la adrenalina que te dan el público y el ring, pero sé que es el momento», mencionó el gladiador, en entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL Deportes.
Ponerse la máscara, las mallas, las botas y la capa plateada, sabiendo que serán las últimas veces que lo hará para subir al encordado, no es sencillo para la persona que está debajo del atuendo.
«Es algo triste, porque es como una pérdida, como estar de luto, porque, aunque no muere el personaje, se está yendo», expresó, con la voz entrecortada.
El luchador acepta que tiene momentos de sentimientos encontrados, al existir un duelo entre la máscara y la persona que le da vida a esa tapa.
«Desde hace mucho tiempo, el señor [Jorge] Guzmán le ha dicho a El Hijo del Santo que ‘ya es tiempo de decir adiós’, y El Hijo del Santo ha insistido en ‘vamos a seguir, para qué te vas’, pero el señor Guzmán ya está decidido y El Hijo del Santo ya no tiene más qué decir», aseguró.
Aunque remarcó que «el señor Guzmán le tiene mucha gratitud a El Hijo del Santo», porque desde el 18 de octubre de 1982 han sido aliados para cumplir sus sueños.
«Gracias a este personaje logré lo que tanto deseaba, que era ser luchador profesional como mi padre, aunque el personaje también le debe mucho al señor Guzmán», subrayó.
El heredero de la Leyenda de Plata no oculta su nostalgia por esta gira de despedida; sin embargo, está ilusionado por lo que viene abajo del ring, «una nueva etapa de mi vida».
Datos
42 años de carrera profesional acumula el heredero del legendario Enmascarado de Plata.
33 máscaras son las que El Hijo del Santo ha conseguido durante combates de apuesta. SUN