* En Algunas Cosechas Productores de la Región Sólo Recuperan lo Invertido
* Programas Sociales han Provocado que Trabajadores del Sector Agrícola Abandonen los Empleos
* La Depreciación del Peso Ante el Quetzal Afecta la Llegada de Trabajadores
* EN ALGUNAS TEMPORADAS LA POCA PRODUCCIÓN SE QUEDA EN LOS CAMPOS DE CULTIVO, YA SEA CAFÉ, PLÁTANO Y OTROS PRODUCTOS.
Tapachula, Chiapas; 27 de Septiembre del 2025.- El sector agrícola de la región del Soconusco y zona fronteriza sigue padeciendo de la falta de mano de obra, por lo que en algunas temporadas la poca producción se queda en los campos de cultivo, ya sea café, plátano y otros productos.
El principal motivo es que la mano de obra procedente de Guatemala dejó de venir, debido a que, en la actualidad está muy elevado el precio del Quetzal, y venir a ganar Pesos a esta región ya no reditúa para ellos.
Todo lo anterior se desprende de la entrevista con el Gerente General de una Finca Platanera, Alberto Barraza Cano, quien consideró que en la actualidad los programas sociales están mal enfocados.
“En lo particular no estamos en contra de los programas sociales, porque no sacan de la pobreza a la persona, pero pues con eso viven, y es suficiente para ellos, entonces eso nos ha afectado tremendamente, lo que es la cuestión de la mano de obra, sobre todo en el campo”, explicó.
Calificó de “tremenda la afectación” en torno al tema, por lo que en muchos casos las cosechas se caen, porque no hay gente para trabajar.
De igual forma, el aumento a los salarios también ha golpeado a los productores, ya que lamentablemente lo que se produce no tiene tanto precio en el mercado y las utilidades se han esfumado. En donde incluso se trabaja solo para poder sacar lo invertido.
“Te diré que en algunas fincas se cayó casi el 50% de la cosecha por falta de mano de obra. Entonces, es delicado. No tenemos una evaluación real, porque obviamente es complicado poder hacerla, pero yo te puedo garantizar que sí es una afectación entre el 25 y el 50% en algunos casos”, concluyó. EL ORBE/ Ernesto L. Quinteros.





