Se Soltaron los Demonios
Oscar D. Ballinas Lezama
En la víspera del informe del senador Roberto Albores Gleason, el cual se dará este sábado en la capital chiapaneca, es secreto a voces que el evento se podría convertir en su destape como candidato del PRI a la gubernatura chiapaneca.
Para nadie ha quedado oculto que los priistas en Chiapas, están sumamente divididos y peleados a muerte con el inquilino de Santo Domingo; su inconformidad mayor es contra su dirigente estatal que, según los inconformes, no ha respetado sus propios estatutos y con ello, ha violentado el espíritu de democracia que cacaraquean el dirigente tricolor y el propio Presidente de este país.
Los antiguos generales del Revolucionario en Chiapas, decidieron desenterrar el hacha de guerra para aclarar paradas y poner las cartas sobre la mesa; abrieron la ‘caja de Pandora’ y soltaron los demonios; dejando en claro que dentro de la política ‘el más chimuelo masca clavos y el más pelón se hace trenzas’.
Los exdirigentes del PRI chiapaneco, decidieron cortar el ‘cordón umbilical’ con su dirigente estatal y virtual candidato a la gubernatura de esta entidad; lo hicieron dirigiendo una carta abierta al presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Ochoa Reza, a quien le pusieron las cartas sobre la mesa.
El histórico documento firmado por los exgenerales priistas: Arturo Morales Urioste, Roberto Domínguez Castellanos, Andrés Carballo Bustamante, Hernán Pedrero Sierra, José Antonio Aguilar Bodegas, Sergio Lobato García y Aquiles Espinosa García, contiene una grave denuncia en contra de su presidente estatal priista en Chiapas, al que ponen contra la pared al decir: ”Consideramos urgente expresarle por segunda ocasión nuestras inconformidades acerca de las ilegalidades e irregularidades en que vive actualmente nuestro partido en Chiapas”.
Luego se van a la yugular de su líder estatal, ”Es importante señalar que el senador Roberto Albores renunció al PRI, molesto por la expulsión de este partido de su padre Roberto Albores Guillén, según consta en los medios impresos de esa época; sin embargo, por conveniencia a sus intereses prefirió aliarse con Juan Sabines Guerrero, al cual sirvió en diferentes puestos y encargos de su administración; posteriormente inició la debacle tratando de acabar desde adentro con el PRI, ya que a su llegada el partido tenía 59 ayuntamientos y hoy sólo se lograron obtener 24, situación similar pasó el Congreso Local y en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión”.
Los quejosos explicaron al máximo dirigente del PRI en este país, que aparejado a la pérdida de posiciones dentro de la estructura gubernamental y de representación popular, con respecto a las prerrogativas del Partido que ha utilizado a partir de su arribo a la dirigencia estatal, han sido de aproximadamente 119 millones de pesos para ‘gastos genéricos’, según se documenta en el portal de transparencia en el IEPC, lo que representa un ingreso de más de 2 millones de pesos mensuales, los cuales en ningún momento se ejercieron de acuerdo a los mandatos legales, los que establecen que el 50 por ciento sea destinado a la estructura territorial, por citar un ejemplo”, mencionaron los priistas denunciantes.
Más adelante, explican que la cantidad total de recursos públicos recibidos por Albores Gleason se calculan en más de 300 millones de pesos, y para colmo, el INE declaró inexistentes los Consejos Políticos Estatales y Municipales, situación que imposibilita legalmente la designación de candidaturas a puestos de elección popular, aseveraron los quejosos ante Ochoa Reza, quien ni suda ni se acongoja.
Decididos a ‘ponerle el cascabel al gato’, los inconformes contra el parlamentario comiteco, aclararon que el periodo estatutario por el que fue electo como dirigente de su partido en Chiapas, concluyó desde el pasado mes de agosto en el 2015; luego explicaron que debido a la existencia de una elección extraordinaria para la renovación del ayuntamiento de Tapilula, se acordó que Albores estaría como encargado de la dirigencia estatal hasta la conclusión del proceso electoral en ese municipio.
“Por diversas artimañas y complacencias, Albores Gleason se ha aferrado a la dirigencia del Partido y se mantiene en el encargo, según consta en documento recientemente extendido por el IEPC, lo que hace inexplicable su nombramiento como Secretario de Gestión Social en el CEN del PRI que usted preside, lo que configura una flagrante violación a nuestros documentos básicos”, asentaron los exdirigentes y exfuncionarios del PRI en la entidad.
Luego, advierten a su dirigente nacional: ”Si el CEN del PRI presenta como candidato al Gobierno de Chiapas a una persona dedicada a la ilegalidad, el engaño a los chiapanecos y a las expresiones de corrupción tan repudiadas por los electores priistas, se habrá logrado el objetivo de prácticamente desaparecer al PRI de Chiapas, hecho por demás injusto para los militantes de este instituto político”, puntualizaron.
Los priistas han desatado su propia guerra interna, la que en Chiapas los debilita más porque sus estructuras están divididas y abandonadas a su suerte, como sucede en el ‘Parthenoncito’ de Tapachula, que durante casi tres años estuvo presidida por un panista; sus instalaciones se encuentran en el más espantoso abandono, al grado de convertirse en un símbolo de vergüenza para los militantes del PRI en este municipio.
Mientras tanto, otros partidos políticos como el PVEM, y Morena siguen llevando agua a su molino, organizando sus huestes, tocando tambores y moviendo banderas; fortaleciendo sus estructuras y sus posibles candidatos a la gubernatura del 2018.
Vamos a ver qué dice hoy en su informe el senador Albores Gleason, y de qué está hecho el Senador que a nivel nacional se ha posicionado bien con sus ‘padrinos políticos’; sin embargo, habrá que ver qué dicen los electores, para saber ‘de qué cuero van salir más correas’.