Gurría y el Cabildo al Desnudo
Ernesto L. Quinteros
Una de las principales características del actual Gobierno Municipal que encabeza el todavía alcalde, Oscar Gurría Penagos, es la falta de transparencia y rendición de cuentas gubernamental.
El pasado lunes al mediodía, en sesión de Cabildo y por vez primera vez, los Regidores se le pusieron al tú por tú al Edil.
Sesión de Cabildo que por cierto debería de ser pública, no a puerta cerrada, ya que fue un compromiso de campaña transparentar los trabajos de la administración municipal y cumplir con la ley.
Quienes estuvieron en dicha sala, manifiestan que la discusión y rebatinga vino en el punto número seis de la orden del día.
Ya que el Edil solicitó la aprobación, de la Carta de Adhesión al «Programa de Modernización Catastral», instrumentado por el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS).
En donde el objetivo es “incrementar los ingresos del Ayuntamiento”, a través del cobro del impuesto predial.
Es decir, Gurría y compañía están muy preocupados por hacerse de más recursos públicos, pues los que manejan les han resultado insuficientes, y por ello andan buscando cómo sangrar más al pueblo.
Triste realidad a la hora de la votación, sólo obtuvo el apoyo de su fiel escudero, el regidor Isidro Ovando Medina.
Por razones que se desconocen, en dicha sesión empezaron los mensajes y las miradas entre Regidoras y Regidores que ya andaban apresurados por dar por terminada la reunión. Y la propuesta de Gurría no pasó porque dicho punto supuestamente se interpretó mal, incluso entre algunos Regidores se comentó que el objetivo era dar “poder absoluto” para que el Edil maneje los recursos del Ayuntamiento a su antojo.
La realidad es que, con o sin aprobación del Cabildo, el Edil morenista ha hecho lo que quiere con los recursos públicos.
Hoy en día el actual Gobierno Municipal no ha cumplido con la transparencia en la administración que tanto prometió.
Un ejemplo de que el Edil hace lo que quiere, es el contrato millonario de la renta de camiones recolectores de basura.
Van tres meses y todavía no se sabe nada de la licitación de dicho contrato y bajo qué clausulas y condiciones se firmó.
Lo mismo ha pasado también con los recursos del Fondo IV en materia de seguridad. No hay transparencia en el ejercicio de los recursos públicos, y los montos millonarios que ha informado Gurría no corresponde a la realidad que se vive en el municipio.
Lo preocupante aquí es que, lejos de estar discutiendo proyectos de apoyo a la población relevantes, el Edil y compañía anda desesperados por encontrar la manera de obtener más ingresos, y obviamente desean hacerlo mediante el cobro de impuestos.
Y si nuestros aguerridos Regidores no aprobaron la propuesta de dejar solo en manos de Gurría y el Tesorero, el proyecto de modernización del catastro de nuestra ciudad, y los millonarios recursos que de ahí se obtienen, es porque de entrada “no les tienen confianza”.
En segunda, porque no lo cabildearon con anticipación, y es más que obvio que hubo una mala repartición del botín.
Ya que andan en este tema del predial, valdría la pena que el todavía Alcalde informe en qué se han invertido los recursos que se cobraron durante su primer año de gestión, y de cuántos millones estamos hablando.
Por lo pronto, Gurría seguirá desesperado en busca de más recursos públicos. ¿O qué, también lo van a negar?
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Ánimo!
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