Gurría No Cumple con Seguridad
Ernesto L. Quinteros
Por más que el todavía alcalde morenista de Tapachula, Oscar Gurría Penagos quiera evadir su responsabilidad por el incremento de la incidencia delictiva y la inseguridad en esta localidad, no puede.
Si bien es cierto que los trabajos de seguridad pública son una responsabilidad compartida, es evidente que él no está cumpliendo con la parte que le corresponde en calidad de primera autoridad en esta ciudad.
La inoperatividad de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal también se evidencia, sobre todo porque en la misma dependencia carecen de estrategia y organización.
Casi a diario los mimos elementos de esta corporación deslizan en los medios de comunicación denuncias anónimas de presuntos actos de corrupción.
Y como aquí se lo hemos dado a conocer en diferentes ocasiones, no es un secreto que los funcionarios que administran los recursos federales del Fondo IV, no han transparentado el ejercicio de dichos recursos.
Independientemente de ello, el mismo personal que lleva años trabajando en la SSPM ha dado a conocer que no existe un plan de trabajo, no hay organización y, menos, estrategia en materia de seguridad pública, ante esto, la situación de los altos índices delictivos se agrava a lo largo y ancho de la geografía local.
Gurría Penagos lleva un año y semanas al frente de la administración pública municipal, y la población tapachulteca sigue esperando que las casetas existentes en diferentes puntos de la ciudad, y que mandaron a pintar a precios exorbitantes, de una vez por todas les asignen policías, patrullas y radios de comunicación.
Los puestos de vigilancia, que en su momento se construyeron para atender de manera inmediata los llamados de auxilio de la población, siguen abandonados, en su gran mayoría.
Esta situación de abandono de espacios que pertenecen a la SSPM, es un simple ejemplo que desnuda la realidad que se vive en nuestro municipio.
Claro está que únicamente están comprobando y gastando los recursos federales que llegan mes a más a las arcas municipales. Valdría la pena saber con exactitud ¿qué empresas han sido las beneficiadas con estos recursos?
Esto seguramente lo sabremos en breve, pues ya hay mucha inconformidad en la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.
Mientras tanto, la población sigue con el ‘Jesús’ en la boca, debido a que frecuentemente se suscitan balaceras a plena luz del día.
No importa que sea enfrentamiento entre bandas rivales, tampoco se puede tratar de minimizar los hechos de sangre argumentando que las múltiples ejecuciones de personas registradas en las últimas semanas en esta ciudad, es parte de ajustes de cuentas entre miembros la delincuencia organizada, ya que el temor de la población crece debido a que también se han incrementado los asaltos y robos.
Según una encuesta ciudadana realizada por este rotativo, diez de cada diez personas entrevistadas, no sólo se sienten inseguros, sino que perciben que el todavía edil morenista, Oscar Gurría Penagos no está haciendo nada. Los índices delictivos han crecido como la espuma.
De mi correo: Somos vecinos de la colonia Francisco Sarabia, ubicada al sur de la ciudad, y lamentablemente los trabajadores del Comité de Agua Potable y Alcantarillado de Tapachula (COAPATAP) han dejado mal reparado el drenaje de la colonia y este fin de semana se formó un enorme río de aguas negras en la mera entrada de la comunidad.
Esta situación lleva meses, y de manera constante se hace la enorme fuga, que emite olores insoportables, así como ocasiona contaminación y enfermedades gastrointestinales.
Hacemos un llamado para que el edil Oscar Gurría tome nota, e instruya que se haga una buena reparación del drenaje.
Así como se responsabiliza a los funcionarios del comité de agua si se genera un brote del mosco transmisor del dengue, que en las últimas semanas ha cobrado la vida de muchas personas en diferentes regiones del país.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Ánimo!
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