Mauricio Meschoulam
«Esto es un espectáculo. ¡Trump quiere que Los Ángeles se vea fuera de control!», gritó uno de los manifestantes en esa ciudad ante la Guardia Nacional apenas desplegada.
El tema es esencialmente narrativo. Las palabras «insurrección», «ley», «orden», «violencia» e «invasión», están siendo constantemente utilizadas tanto por Trump como por funcionarios de la administración.
La ciudad «ha sido invadida y ocupada», posteó Trump en su red social. «Multitudes violentas e insurreccionales están rodeando y atacando a nuestros agentes federales para intentar detener nuestras operaciones de deportación».
Este discurso, sin embargo, conecta de manera potente con un importante sector de la población, además de que le permite regresar la conversación a uno de los rubros en los que mejor ha sido valorado, un tema cómodo para él, más cercano a la percepción de cumplimiento que él necesita proyectar y a la vez, alejarla de otros temas más complicados, como Ucrania, Medio Oriente o la economía, en donde sus promesas son más complejas que la rapidez con la que iba a resolverlo todo. Comparto unos apuntes al respecto:
1. Trump no es un actor que toma decisiones con criterios técnicos, sino políticos. Su universo no está marcado por cifras, datos, o resultados medibles, sino por mensajes y por la forma como esa realidad es percibida tanto dentro como fuera de EU.
2. Dentro de esas percepciones, necesita proyectar cumplimiento. De nuevo, no un cumplimiento medido en términos de cifras o datos, sino en términos de lo que se percibe de él como un Presidente que, a diferencia de otros en el pasado, sí está haciendo las cosas.
3. La velocidad, en este universo, es crucial. No se trata solo, entonces, de proyectar mensajes que le muestren como un Presidente que cumple más y mejor que sus antecesores, sino que lo hace velozmente.
4. Por eso necesita «deals, deals, deals», acuerdos, acuerdos y más acuerdos, conflictos resueltos, Rusia-Ucrania, Medio Oriente, Hamás, los houthies, Siria, Irán, China. Todo rápido. Escala rápidamente las amenazas y las medidas que toma para velozmente desescalarlas si existe alguna apertura para firmar un acuerdo de manera rápida.
5. A lo largo de estos casi cinco meses de gobierno ha conseguido algunos de esos acuerdos, pero no todos. En algunos está progresando, pero en otros no. De hecho, las dos guerras mayores que él prometió resolver, la de Ucrania, y la de Israel-Hamás siguen brutalmente activas. (…) La guerra comercial con China empezó a tomar un curso «insostenible», en palabras de su Secretario del Tesoro, y tras una tregua limitada, ahora fue él quien solicitó una llamada directa con Xi para poder desescalar la situación.
6. En suma, es difícil poder observar o siquiera percibir el cumplimiento de su palabra en estos rubros. Es más, cuando observa que no puede avanzar como quisiera, su reacción es afirmar que «ese no es un conflicto de EU», que «los actores no quieren la paz» y que es «mejor que sigan peleando durante un tiempo» o que su administración retirará sus esfuerzos de mediación.
7. Lo que le urge, cuando todo esto se acumula, es reorientar la conversación hacia otros asuntos que le son más cómodos o simples, y para eso él es extraordinariamente hábil.
8. El tema migratorio es particularmente útil en este momento. Primero, porque se trata de un rubro en el que ha sido altamente valorado por el electorado en EU. Segundo, porque no es un tema que le resulte demasiado complicado para hacer eso que hace: producir percepciones de cumplimiento; y tercero, porque hay un entorno preexistente a su mandato que le favorece para conectar con su narrativa, esto es: la percepción generalizada que, con Biden, la frontera estaba fuera de control.
9. En ese contexto, todo lo que ha necesitado hacer está menos en el mundo de cuántos migrantes logra deportar, y mucho más en el mundo del orden, la aplicación de la ley y el poder para controlar las fronteras que ahora se siente. No es el número de migrantes, sino la proyección de videos e imágenes (…) el sentimiento de que, a diferencia de hace unos meses, ahora hay alguien al mando.Sun