AL RECIBIR EL GALARDÓN, LA ECOLOGISTA DESTACO, QUE UN PAÍS QUE NO MANTIENE SUS ECOSISTEMAS Y SUS RECURSOS NATURALES SANOS, ES UN PAÍS QUE SE EMPOBRECE, VULNERA SU SOBERANÍA Y NO TIENE FUTURO.
México.- Julia Carabias Lillo, bióloga por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), luchadora ambientalista, fue distinguida con el máximo reconocimiento que otorga el Estado Mexicano: la medalla Belisario Domínguez.
Hasta este año 66 mexicanos y mexicanas la han recibido. Julia Carabias es la sexta mujer.
En presencia del presidente Enrique Peña Nieto, como testigo de honor, del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar, y Ernesto Cordero, presidente del Senado, impuso la condecoración en sesión solemne, en la antigua casona de Xicoténcatl, donde tradicionalmente se hace entrega del galardón.
La galardonada recibió la medalla Belisario Domínguez como un reconocimiento a la vital importancia de la naturaleza y el medio ambiente sano. Advirtió que no estamos ganando la batalla y el deterioro ambiental avanza, se manifestó por canalizar mayores recursos a la protección de los ecosistemas, más esfuerzos institucionales y compromiso… Aunque también reconoció cuando la palabra se cumple.
Carabias recordó en su discurso de agradecimiento que hace 40 años, cuando inició su labor académica y científica, no existía aún el concepto de desarrollo sustentable y la investigación sobre medio ambiente era despreciada por la academia.
Explicó que en los años 80 y 90, las preocupaciones llegaron a la sociedad civil y el gobierno con la creación de organismos. El impetú de los 90 perdió fuerza en la primera década de los 2000, cuando el terrorismo ocupó la agenda mundial por encima del cuidado al medio ambiente.
«A pesar de los avances indiscutibles, estamos perdiendo la batalla», advirtió la bióloga durante el acto en la Antigua Casona de Xicoténcatl, a donde asistió el presidente Enrique Peña Nieto.
Dijo que es imperativo que la producción de alimentos busque métodos más sustentables, por lo que pidió dar más atención a la investigación, pues parte de la solución es usar la mejor ciencia posible, y poner mayor atención a las políticas del campo en México.
«Necesitamos un balance adecuado entre ciudades sustentables y el campo», indicó la docente de la UNAM.
Manifestó que estos temas están pendientes de resolverse en la Ley de Biodiversidad, que está en espera en el Senado.
“Presidente, hace un año, para ser precisos, hace un año y un día usted visitó la Selva Lacandona en Chiapas. Se refrendó la importancia de conservar las áreas naturales protegidas y de no permitir invasiones en ellas, y se comprometió un programa de inversión para proyectos sustentables con base en programas de desarrollo comunitario.
El secretario de Medio Ambiente, en coordinación con otros secretarios de su gabinete, han ido cumpliendo este compromiso. Uno de los elementos clave para el cambio, radica en basar la toma de decisiones en la mejor ciencia disponible, lo cual lamentablemente tampoco forma parte de la cultura política nacional, estar dispuestos a asumir el costo político y una decisión informada, reconociendo los riesgos inaceptables de la inacción”.
Y al final de su discurso, agregó un pronunciamiento sobre la Ley de Seguridad Interior que se discutirá en el Senado.
“Considero que es de gran importancia abrir un debate profundo e incluyente, que permita encontrar una salida que reconozca la labor realizada por las Fuerzas Armadas, intente construir la seguridad y revertir la espiral de violencia, y al mismo tiempo impulse alternativas en la procuración civil de justicia para fortalecer la democracia, la seguridad pública, el Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos, todo ello en consonancia con nuestra Constitución”.
Además de los representantes de los tres poderes de la Unión, estuvieron los secretarios de Hacienda, Gobernación, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, el gobernador de Chiapas y el rector de la UNAM, entre otras personalidades. Agencias