Tapachula, Chiapas; 9 de Junio.- “Los acuerdos políticos, migratorios y económicos entre los Estados Unidos y México, alcanzados en las últimas horas, son la gran oportunidad para el desarrollo de Chiapas, en especial para la Frontera Sur”.
Así lo dio a conocer en entrevista para rotativo EL ORBE, el Presidente del Colegio de Abogados de la Región Soconusco, Manuel de Jesús Márquez González, luego de sostener una reunión con representantes de sectores productivos.
“Para el sur ya hay resultados positivos luego de las amenazas con sanciones arancelarias -por cierto suspendidas cuando menos por 90 días- del presidente Donald Trump, de aplicar impuestos a todos los productos y servicios mexicanos que ingresaran a su país”, indicó.
Esto, al referirse que ahora el Gobierno mexicano tiene que frenar el ingreso de migrantes en la frontera con Guatemala, “que es, para nosotros, atender el reclamo de toda la sociedad por los altos niveles de inseguridad, amenazas de epidemias y la caída de las ventas por la presencia de esos extranjeros”.
En sexenios anteriores, recordó, el sur del país ya había sido considerado como un punto neurálgico para las exportaciones e importaciones de México con Centro y Sudamérica.
Puso como ejemplo al Plan Puebla Panamá, que incluía nueve países centroamericanos y nueve entidades de la República Mexicana y que, después, se transformaría en los Acuerdos de Tuxtla, “que quedaron solamente en discursos y buenas intenciones”.
Con los acuerdos de esta semana en ambas naciones, indicó que habrá grandes apoyos para beneficiar al Plan y al Programa de Desarrollo Integral para Centroamérica, apenas presentado el pasado 20 de Mayo, así como para millones de habitantes en la región.
“Coincidimos en que es sumamente importante la propuesta de crear incentivos que detengan los flujos de migrantes de diversos países, que producen inseguridad en nuestra nación, además de temor de que viajen delincuentes en las caravanas”, agregó.
Según el Doctor en Derecho, todo eso confluye oportunamente con el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador, de unir a los océanos a través de un corredor comercial, industrial, económico, turístico, que partiría de Salina Cruz a Coatzacoalcos.
“Con esas acciones, emerge para la región Soconusco la oportunidad del Régimen de López Obrador, para instalar una zona franca o zona de comercio libre”, indicó al precisar que esa es ahora la propuesta de los empresarios del sur.
De concretarse, opinó, será equiparable a aquellas regiones en las que funcionan bajo esos mecanismos, como Chetumal, en Quintana Roo, o la península de Baja California.
En esos territorios delimitados, destacó, se pueden instalar por decreto, Gobiernos progresistas con visión de crecimiento e innovación, incentivos tributarios del Impuesto Sobre la Renta (ISR), del Valor Agregado (IVA), cuotas obrero-patronales del IMSS e Infonavit, para impulsar el desarrollo económico y social de las comunidades.
Eso sería el gran atractivo para la instalación de maquiladoras, fábricas, procesadoras, empresas de servicios, industrias, centros laborales con economía fresca y la llegada de capitales dispuestos a invertir y crear empleos, así como un comercio de importación y exportación.
Se refirió a la Costa de Chiapas como el motor económico del Estado y la región más próxima para el proyecto transístmico, con alrededor de 300 kilómetros de litoral y 200 millas náuticas de mar territorial, así como un gran almacén de alimentos y productos.
Hizo hincapié que ya hay instalada infraestructura suficiente en el polígono de Puerto Chiapas, con proyectos y planes novedosos de inversión y creación.
“El presidente López Obrador tiene en sus manos la decisión de detonar a la frontera sur como un espacio de oportunidades y, con ello, resolvería además, la necesidad de generar empleos, servicios públicos, atención a la salud, entre otros”, apuntó.
Así también, que el mandatario nacional tiene la oportunidad de apuntalar los cuatro puntos del Acuerdo de Desarrollo Centroamericano, como el justificar la presencia de la Guardia Nacional en la frontera para combatir la inseguridad, al crimen organizado y dar certidumbre jurídica a la inversión.
Además, aplicar las leyes migratorias a todo extranjero y que nadie esté por encima de la ley y, simultáneamente, combatir las causas de la pobreza y la violencia, que produce la migración centroamericana. EL ORBE / Ildefonso Ochoa Argüello