* Bukele Corta Comunicación en Cárceles de El Salvador.
Miles de soldados y policías combaten pandillas en Honduras, El Salvador y Guatemala
Tapachula, Chiapas; 22 de Junio.- Apenas unas horas después de haberse reunido en Chiapas el presidente Andrés Manuel López Obrador, con el mandatario nacional de El Salvador, Nayib Bukele, puso en marcha uno de los operativos más grandes en la historia de ese país en contra de los delincuentes.
Sin embargo, el reporte señala que, derivado del operativo desplegado en esa nación, grandes grupos de delincuentes, incluyendo a integrantes de las bandas Mara Salvatrucha 13 y Barrio 18, empezaron a migrar rápidamente hacia Guatemala y Chiapas.
Se confirmó que este fin de semana unos 5 mil miembros de la Policía Nacional Civil y del Ejército salvadoreño, fueron diseminados en esa nación para reducir principalmente la violencia, porque ese territorio está considerado como uno de los más inseguros del mundo.
Las tareas comenzaron en la capital salvadoreña y simultáneamente en comunidades y colonias de las zonas oriental y occidental del país.
En esas regiones había denuncias de la población de que estaban siendo sometidos por miembros de ambas pandillas, acusados de cometer la mayoría de homicidios que se registran en la nación, además de delitos como extorsión, asalto a mano armada, robos, violaciones sexuales, entre otros.
A esos agentes se suman a alrededor de 10 mil 400 soldados y unos 28 mil policías que ya están desplegados en diferentes zonas del país para realizar labores de seguridad, se dijo.
A su paso por Chiapas, Bukele reveló un plan de seguridad para reducir la violencia que tiene como eje principal «atacar las finanzas de las pandillas y fortalecer las capacidades de los cuerpos de seguridad».
Aún cuando han dicho de que se trata de acciones independientes, en Guatemala y Honduras también se implementaron operativos de seguridad que incluyeron la verificación de vehículos y motocicletas, para identificar unidades robadas.
Sin embargo, se confirmó que los Ministros de Gobernación y Relaciones Exteriores de Guatemala viajaron a McAllen, Texas, para reunirse con el secretario interino de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kevin McAleenan, y definir las acciones que se tomarán de manera bilateral para responder a la emergencia migratoria.
En la visita de este fin de semana asistieron también, Patricia Marroquín de Morales, primera dama de Guatemala, y su similar de Honduras, Ana García de Hernández.
Según un estudio realizado en materia de seguridad y presentado de manera privada en Chiapas, la comisión de eventos delictivos en la región Soconusco, relacionados con esas pandillas, es el resultado de varios factores que acontecen en la actualidad:
El primero es el combate transnacional que están llevando a cabo El Salvador, Honduras y Guatemala, quienes conformaron el “Plan Regional para el Combate de la Criminalidad Organizada”, en donde se establece la creación de una fuerza trinacional, que está en funciones, conformada por militares y policías de esos países.
El objetivo principal es vigilar sus zonas fronterizas y combatir el tráfico ilegal de armas, drogas; evitar el ingreso de criminales y miembros de pandillas en sus territorios, y combatirlos.
Esto ha generado la migración de líderes de pandillas (conocido como “Efecto cucaracha”) a lugares en donde no se les conoce y eviten ser llevados ante la acción de la justicia.
Otro de los factores, de acuerdo a ese estudio en el que participaron especialistas en la materia, lo representa el cambio en la política migratoria en los Estados Unidos, que refuerza sus mecanismos de control migratorio y dificulta el ingreso a su territorio nacional.
Eso ha provocado que Chiapas ya no sea sólo un territorio de tránsito de migrantes sino que ahora un destino de residencia, trayendo consigo el fenómeno de las pandillas que encuentran en esos flujos, un sector vulnerable y de fácil captación para la comisión de delitos y la obtención de ganancias ilícitas.
Se detectó también que la porosidad de la Frontera Sur eleva la posibilidad de la presencia de pandilleros que huyen de sus países de origen y cambian su identidad, pero siguen generando actividad delictiva a través de las pandillas y la captación de jóvenes mexicanos que pretenden imitar el comportamiento y nivel de violencia de las pandillas centroamericanas.
Esa nueva llegada al Soconusco de los miembros de la Mara ha sido, fundamentalmente, para establecer células de operación denominadas clicas en colonias populares de los municipios fronterizos.
En ese escenario, ya empezaron a generarse enfrentamientos entre los grupos antagónicos de las pandillas MS13 y Barrio 18, que ocasionan eventos delictivos relacionados, principalmente por el control de las plazas, ya que su principal fuente de financiamiento la encuentran en el narcomenudeo.
Se teme que, en las últimas 48 horas, han ingresado pandilleros infiltrados en los miles de migrantes que siguen entrando a territorio nacional por medio de balsas, luego de que la Guardia Nacional aún no llega a cuidar la franja limítrofe con Guatemala, como se había dicho. EL ORBE / Ildefonso Ochoa Argüello
Bukele Ordena a Telefónicas Cortar
Comunicación en Cárceles de El Salvador
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, señaló este sábado que las empresas de telecomunicaciones que operan en el país centroamericano «aún no han bloqueado la señal» en los centros penales, por lo que les ordenó que la señal sea cortada antes de la media noche del lunes.
Las empresas de telefonía tienen 72 horas para cortar y/o bloquear por completo la señal en los penales.
No puede ser que después de tantos años diciendo que lo estaban haciendo, hoy vienen y aceptan que no era, ni por cerca, el 100%.
El plazo no es retórico. La señal de celulares y wifi debe estar bloqueada para el lunes a la media noche.
De acuerdo con las autoridades de Seguridad, desde las cárceles se ordenan la mayoría de homicidios que se registran en el país, entre estos los cometidos contra miembros de la Policía y del Ejército.
El titular del Ministerio de Justicia y Seguridad, Rogelio Rivas, indicó el viernes que, aunque la pasada administración ordenó el corte de las comunicaciones en las cárceles, desde el interior de estos lugares «se siguen ordenando homicidios, lo que indica que los reos aún tiene señal telefónica para comunicarse con el exterior».
Por lo anterior, el presidente Bukele dio un plazo de 72 horas a las empresas de telecomunicaciones para cortar o bloquear «por completo» la señal en las cárceles.
«Las empresas de telefonía tienen 72 horas para cortar y/o bloquear por completo la señal en los penales. No puede ser que después de tantos años diciendo que lo estaban haciendo, hoy vienen y aceptan que no era, ni por cerca, el 100 %», publicó Bukele en su cuenta de Twitter.
El jefe de Estado añadió que «el plazo no es retórico. La señal de celulares y wifi debe estar bloqueada para el lunes a la media noche».
En el 2016, la administración pasada pidió a las empresas telefónicas bloquear las comunicaciones desde las cárceles como parte de las medidas extraordinarias contra la criminalidad que ejecutaba el Gobierno a través del decreto que contiene las Disposiciones Especiales Transitorias y Extraordinarias en los Centros Penitenciarios, que fue avalado por la Asamblea Legislativa.
La medida ha sido retomada por el Ejecutivo de Bekule dentro del Plan Control Territorial, lanzado el jueves para reducir la violencia en el país centroamericano.
La iniciativa tiene como eje principal «atacar las finanzas de las pandillas y fortalecer las capacidades de los cuerpos de seguridad», según lo explicó el mandatario durante la presentación del mismo.
Una de las primeras medidas implementadas por las autoridades de Seguridad fue el despliegue de unos 2.500 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y 3.000 soldados de la Fuerza Armada en 12 localidades del país centroamericano, considerado como uno de los más violentos del mundo, para «recuperar los territorios donde los grupos delincuenciales mantienen en zozobra a la población por medio de homicidios, extorsiones, robos y otros».
Estos agentes se suman a los más de 10.400 soldados y unos 28.000 policías que ya están desplegados en diferentes zonas del país centroamericano para realizar labores de seguridad, pese a las peticiones de las organizaciones sociales de desmilitarizar la seguridad pública.
El Salvador está considerado uno de los países más violentos del mundo por las tasas de homicidios por cada 100.000 habitantes, de entre 103 y 50,3 registradas entre 2015 y 2018, índices atribuidos principalmente a las pandillas Mara Salvatrucha (MS13), Barrio 18 y otras minoritarias.
Estos grupos criminales, que poseen unos 60.000 miembros en todo el país, también son acusados de cometer la mayoría de crímenes contra policías, militares y custodios de penales. Agencias