Tapachula, Chiapas; 25 de noviembre del 2022.- Al llegar la conclusión de la temporada de lluvias y luego de tres años de contingencia por la pandemia del Covid-19, el oficio de los pintores de brocha gorda han reiniciado su actividades en Chiapas, por lo menos los que sobrevivieron.
Orlando Torres, uno de ellos, dijo en entrevista para el rotativo EL ORBE que durante todo ese tiempo se desplomó a contratación de los servicios en ese giro y en la compra general de pintura, aunque algunos lograron mantenerse con lo poco que lograban hacer a particulares.
Calculó que hubo un retroceso de más del 50 por ciento en esas actividades, y que la mayoría de los consumidores decían que «la situación económica estaba muy difícil y que la población tenía miedo a la pandemia».
Sin embargo, en éste tercer año y al empezar a retirarse las lluvias, indicó que la población ha empezado contratar los servicios de los que se dedican a ello, para dar el mantenimiento que no se dio en años anteriores y para esperar las fechas decembrinas con una nueva imagen, l menos en sus viviendas.
Reconoció que el mes de diciembre es la época del año en la que más trabajo tienen, porque la población espera que concluyan las lluvias por el temor de que la pintura se lave y vuelva a quedar igual su casa o peor.
Puntualizó que muchos de aquellos que ejercían esa misma profesión y lograron evadir el mortal efecto de la pandemia, decidieron cambiar de profesión o emigraron a otras regiones del país y del extranjero, en busca de oportunidades para sacar adelante a sus familias, y por eso quedaron muy pocos. EL ORBE / JC