*Sólo el 50 de los Pacientes Logran Vencer la Enfermedad.
Tapachula, Chiapas; 17 de Febrero del 2023.- A pesar de que cada vez más se incorporan altruistas y organizaciones en busca de apoyos para que los menores de edad puedan afrontar al cáncer y tengan una posibilidad de superarlo de manera exitosa, aunque sea mínima, al menos la mitad de ellos en la frontera sur de Chiapas se quedará en el camino, a consecuencia de su propia pobreza.
Flor Dávalos, oncóloga pediatra, dijo en entrevista para rotativo EL ORBE, que actualmente se diagnostican en el Hospital Regional de Tapachula 20 nuevos casos en menores de edad por año. «No todos los tratamos aquí, algunos es necesario que vayan al de especialidades pediátricas en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez.
Según su versión, México es un país de bajos recursos económicos, y en la supervivencia no interviene solamente el manejo en el hospital, sino también el entorno de la familia. «Si vivimos en área rural, con un piso de tierra y no hay acceso al agua limpia, entonces eso nos pone en condición de riesgo para las infecciones», y por ello consideró que la pobreza es parte de los factores para no atender de manera óptima a esa y otras enfermedades.
Sin embargo, aclaró que, a largo plazo, sí hay casos de éxito, «incluso tenemos licenciadas en enfermería que después de pasar por ese proceso de cáncer, se involucran tanto y quieren ayudar a los niños a disminuir el dolor que les causa esta enfermedad».
Al hacer un balance de los casos de éxito en la región, indicó que son de alrededor de un 50 por ciento de los que llevan un tratamiento formal. En Tapachula hay 47 niños en vigilancia y el cáncer con mayor incidencia es la leucemia en la infancia, además de tumores sólidos como son los giosarcoma, sarcoma de tejidos blandos y tumores del sistema nervioso central.
«Hay factores de riesgo que tienen que ver con el ambiente, o con la genética, pero no hay una causa-efecto. Esto quiere decir que, a diferencia del adulto, si fumo en exceso puedo desarrollar un cáncer de pulmón. En el caso de los niños no es así, y entonces no hay algo que podamos prevenir, solo una detección temprana».
El tratamiento es la quimioterapia o radioterapia en algunos casos. En el caso de la leucemia linfoblástica aguda, es de cerca de 3 años; en las mieloides es aproximadamente 6 meses y en los tumores sólidos, depende del tipo.
«Nosotros damos seguimiento a los pacientes de manera oncológica indicada por 5 años. Algunas de estos pacientes siguen viniendo cada año a revisión», apuntó.
Pidió a la población en general a estar muy atentos a los signos y síntomas más frecuentes del cáncer infantil, como son fiebre, palidez, cefalea, dolor de cabeza o abdominal; masas en abdomen y en cuello que no sean normales, sangrado, ya sea de nariz o encías; que tenga puntitos rojos o moretones en lugares donde no hay contacto. De presentarlos, hay que acudir de inmediato a su médico. EL ORBE / JC





