* EEUU sin Presupuesto Para Construirlo.
“Construiré un gran muro, un bello muro en nuestra frontera sur… nadie sabe edificar muros mejor que yo… y haré a México pagar por este muro”, fue la primera promesa de campaña de Donald Trump, el 16 de junio de 2015. Ya en la Casa Blanca, firmó la orden ejecutiva el 25 de enero de 2017.
El proyecto de Trump desató la polémica desde el primer minuto en que fue anunciado.
Élisabeth Vallet, catedrática en Estudios Estratégicos y Diplomáticos en la Universidad de Québec en Montreal (UQAM) es la autora del estudio: Fronteras amuralladas, fronteras violentas, que analiza muros limítrofes alrededor del mundo.
¿A quién y para qué sirven los muros?
Entre Estados Unidos y México ya existen barreras de distinto tipo en 930 de los 3 mil 200 kilómetros de la línea fronteriza. Ninguna de las personas que realizaron los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 entró por México; todos ellos tenían visas de ingreso a Estados Unidos. A casi 16 años de esa fatídica fecha, absolutamente ningún incidente terrorista ha ocurrido en la frontera ni se ha originado en territorio mexicano.
De los 11 millones de personas que se encuentran en Estados Unidos sin autorización, más de 40% entraron legalmente y extendieron su estancia más allá del periodo para el cual les fue otorgada una visa.
México no lo pagará, pero necesita abatir muros propios
La línea fronteriza entre Tijuana y San Diego es la de mayor afluencia en el mundo: 21 millones de cruces al año. El desarrollo regional ha ocurrido a pesar del reforzamiento del control fronterizo, no gracias a éste. Lo que hace único y sin precedente al proyecto de muro de Trump es que se realizaría entre dos países que son socios comerciales.
El muro de Trump significa que México no es parte de América del Norte, a la que Trump ve como mayoritariamente blanca y anglosajona. Los legisladores demócratas están en contra del muro y temen que reviva un fuerte sentimiento antiestadounidense.
Las autoridades mexicanas han señalado que México no pagará un peso del muro. Mitch McConnell, presidente del Senado de EU, cuando le preguntaron: “¿Cree usted que México pagará el muro?, respondió: “No”.
Es una gran incongruencia que México se oponga a un muro en su frontera norte, pero en los hechos propicie un muro virtual para sellar nuestra frontera sur. A las reiteradas violaciones a los derechos humanos de los transmigrantes centroamericanos se suma el lenguaje de funcionarios mexicanos señalando que el verdadero problema de seguridad son los migrantes centroamericanos, a quienes están dispuestos a ofrecer como moneda de cambio para eventuales acuerdos con el gobierno de Trump.
¿Habrá dinero para el muro de Trump?
El proyecto de Trump ha sufrido ya varios traspiés: 1) No hay acuerdo en torno a la “barrera física” a edificar: ¿Un muro, una valla, o una barda?; 2) El presupuesto del año fiscal 2018 trae un monto de dinero que no alcanza ni siquiera para iniciar los trabajos, cuyo costo mínimo será de 21 mil 600 millones de dólares; 3) En California, Arizona, Nuevo México y Texas muchos dueños de terrenos fronterizos se irán a los tribunales para oponerse al proyecto.
Muchos expertos están llegando a la conclusión de que el proyecto de Trump no es realista, que representa un monumental desperdicio de dinero y que su plazo de construcción rebasaría los cuatro años, por lo cual ni siquiera está garantizado que se concluya bajo su administración.
Lo más probable es que acabemos con una versión diluida del proyecto original. La construcción del muro obedece a objetivos políticos de Trump. Quizá lo veamos usando una pala o montado en una excavadora, afirmando que ha cumplido ya con su promesa, esperando que sus electores compren su teatro. En cualquier caso, el daño para la relación bilateral México-Estados Unidos ya está hecho y su costo será demoledor. Sun