jueves, marzo 28, 2024
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ALFIL NEGRO

Por Oscar D. Ballinas Lezama

“La soberbia no es grandeza sino hinchazón, y lo que está hinchado parece grande, pero no está sano”
San Agustín

De la Patada

La falta de humildad y preparación del seleccionado de futbol azteca, fueron quizás algunos de los imponderantes que echaron por tierra la fiesta futbolera de los mexicanos, quienes al decir de los aficionados al deporte de las patadas, tuvieron arranque de burro viejo.
Si bien es cierto, en sus dos primeros juegos la oncena mexicana parecía haber dejado atrás el viejo fantasma de sus pensamientos de inferioridad, sin embargo, en el último encuentro de la primera ronda del campeonato mundial en Rusia, volvieron a jugar como nunca y a perder como siempre.
Todo ello, no tuviera importancia si los habitantes de esta nación mexicana, no pusieran todas sus esperanzas en una competencia deportiva para sentir la satisfacción del triunfo, que por décadas le han negado sus futbolistas; ni siquiera las victorias obtenidas en el extranjero por brillantes estudiantes, médicos, escritores, ingenieros, astronautas, han logrado apaciguar ese ego de los aztecas, que creen haber nacido para ser campeones del futbol.
Cuando los goles del equipo de Suecia parecían haber enterrado nuevamente en la mediocridad al equipo mexicano, la suerte volvió a sonreírles y gracias a la talacha y pundonor del equipo Coreano, los aztecas pasaron de ‘panzazo’ a la siguiente ronda en la que difícilmente podrán avanzar con pura suerte; de ahí la importancia de que se ‘pongan las pilas’, fortalezcan su voluntad, tiren el miedo y recobren la confianza, para triunfar usando su capacidad, pundonor y mucho producto de gallina.
Ayer no hubieron celebraciones, la derrota del equipo de futbol le cayó como balde de agua fría a todos los mexicanos, que unidos como un solo hombre gritaban y anunciaban un triunfo que auguraban se daría contra viento y marea; luego vino el temblor y nadie se ‘mosqueó’, en cada rostro y en cada corazón latía el espíritu de unidad y hermandad que cualquier pueblo del mundo desearía. En México, el deporte de las patadas está haciendo el milagro.
Lamentablemente, no pasa lo mismo cuando se trata de defenderse contra la injusticia, contra los abusos de quienes tienen el poder y se comportan como tiranos y ladrones del erario; como botones de muestra están las reformas, que en este sexenio le dieron en toda la chapa al bolsillo de los ciudadanos mexicanos.
Para nadie es secreto que mientras el pueblo se distrae con el circo del futbol y las elecciones, el precio de las gasolinas y la energía eléctrica sigue subiendo, al igual que la medicina, ropa, transporte, etcétera, amén de la falta de fuentes de trabajo y una inseguridad que espanta. Pocas son las voces protestatarias en contra de tanta injusticia y miseria moral, las pocas que existen se pierden en el desierto de un México de sordos y gente sin memoria que se deja envolver por el canto de las sirenas; pocos son los que luchan por un país sin violencia, con suficientes fuentes de trabajo y oportunidades para tener viviendas propias, así como las facilidades para educarse en las escuelas públicas.
La privatización ha llegado a casi todos los niveles, el petróleo y sus derivados, la luz eléctrica, transporte, la banca y ahora pretenden hacerlo con el agua; al paso que van, privatizarán el aire que respiramos, sin que la mayoría de los ciudadanos mexicanos digan esta boca es mía para defender sus derechos, unirse como en los partidos de futbol y exigir un país en el que se pueda vivir con dignidad y en paz, pero no la paz de los sepulcros de la actualidad.
Hasta ahora, el único senador de la república que no ha dejado de caminar por cada rincón de Chiapas es Luis Armando Melgar, el que no pide nada a cambio; y vaya que el político tapachulteco ha cumplido a cabalidad con ese pensamiento.
Luis Armando, no quita el dedo del renglón en cuanto a sus protestas en contra de los abusos de la CFE, asegurando que busca justicia social y exigiendo que esta empresa semiprivatizada en Chiapas, baje el costo grosero de sus tarifas con las que está ahorcando la precaria economía de los habitantes de esta entidad en la frontera sur de México.
“La Comisión Federal de Electricidad tiene una deuda enorme con Chiapas, es tiempo de hacer cuentas”, pregona el valiente parlamentario, que no en pocas ocasiones ha utilizado la máxima tribuna de la nación para protestar contra las injusticias de la CFE”.
Melgar, no solamente habla para denunciar los abusos de la CFE, sino que ha presentado un proyecto al que denominó ‘Plan Chiapas’ en donde busca establecer en un acuerdo honesto y transparente el paquete social básico, con el que busca que quienes no tengan trabajo, no paguen luz y quien gane poco deberá tener una tarifa fija para pagar poquito, con ello, el congresista chiapaneco trata de acabar con tantos años de injusticia social, que desde hace décadas vienen sufriendo los pobladores de estas tierras de la última frontera.
Mucha razón tiene el legislador soconusquense, al señalar que Chiapas es uno de los estados que más aporta al país, con una producción del 45 por ciento de energía hidroeléctrica, por lo que es increíble que en comparación con otros estados, los chiapanecos estén por encima en las tarifas que se pagan por la luz:”Basta de abusos, hoy necesitamos trabajar con menos política y más soluciones”, casi grita en forma indignada el senador oriundo de Tapachula.
PD: Impresionante el cierre de campaña de Enrique Zamora Morlet, abanderado por el PRI-PVEM-PANAL y Chiapas Unido a la Presidencia Municipal de Tapachula, joven con dinamismo y con capacidad para gobernar; ¡ya tenemos ganador!. El otro candidato fue puro taxi pagado, que solo llevaba gente a sus eventos con la convocatoria a radio taxis.

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