Por Ernesto L. Quinteros
Fuerzas Federales en la Frontera Sur
“Aquel que quiera cambiar el mundo debe empezar por cambiarse a sí mismo”. Sócrates
La Frontera Sur de México, que representa una vecindad de cientos de kilómetros de línea colindante con la hermana república de Guatemala, en donde hay decenas de pasos fronterizos, legales e ilegales, y donde pasa de todo, pero no pasa nada, está tratando de ser blinda por el Gobierno Federal.
Por la mañana de este miércoles, cientos de efectivos de la Policía Federal llegaron al aeropuerto internacional de Tapachula.
Su objetivo es muy claro: brindar seguridad y coordinar esfuerzos con el Instituto Nacional de Migración, ante la eminente llegada de cientos de migrantes centroamericanos, ya no solo de Honduras, sino también de Guatemala y otros países.
La crisis humanitaria que se vive en Centroamérica es noticia a nivel internacional, y existen muchas versiones sobre el motivo del porqué es exagerado el éxodo de migrantes centroamericanos, que han decidido dejar su tierra para ir en busca del sueño americano.
El principal motivo, aseguran fuentes defensoras de los derechos humanos y organismos no gubernamentales, es que estas familias ya están hartas de vivir en la pobreza extrema, y bajo el clima de violencia y amenazas de criminales que reinan en sus lugares de origen.
Las autoridades de sus países han sido rebasadas, y no tienen garantías prácticamente de nada, no hay trabajo y las cadenas de producción son precarias.
Otras versiones más, aseguran que las caravanas de migrantes son una medida de presión hacia la nación más poderosa del mundo, para que mande más apoyos oficiales a Honduras, que está sumida en una dura crisis económica y social.
Sin embargo, el Presidente de Estado Unidos, Donald Trump ya amenazó con cortar el financiamiento al Gobierno del país centroamericano.
Mientras esto sucede, el líder y organizador de la caravana de migrantes procedentes de Honduras, Bartolo Fuentes, fue detenido en Guatemala y será deportado a su país, informó el Ministerio de Seguridad guatemalteco, ante las amenazas de Washington, hacia el gobierno hondureño.
Por eso el Gobierno Federal de México, está reforzando la presencia de efectivos federales en la zona fronteriza, advirtiendo también que detendrán a los inmigrantes procedentes de Centroamérica que intenten ingresar a territorio nacional sin documentos, por lo que aseguran serán detenidos y deportados a su país de origen, pero respetando los derechos humanos.
La presión del Gobierno de los Estados Unidos también es hacia México, para evitar que los migrantes centroamericanos lleguen a la frontera norte del país.
Pero el maneje de Trump es radical en el tema, dice “tolerancia cero” y su gobierno no permitirá el ingreso de migrantes a su país, y tampoco darán acilo político.
CALAMIDAD
El recorrido de los migrantes no ha sido fácil, viajan cientos de mujeres, niños, ancianos, quienes no tienen ni para comer. Cansados, sedientos y hambrientos, tras caminar por varias horas.
En Guatemala muchos grupos altruistas se solidarizaron con los migrantes hondureños para regalarles agua y algo de comida.
Decenas de ellos ya se encuentran en Tapachula, Chiapas, en donde hacen tiempo para esperar a más migrantes, y continuar su recorrido.
Otros más están buscando acilo político en México, haciendo sus trámites correspondientes con las autoridades migratorias, pero de manera separada, no colectiva como pretendían algunos.
Sin embargo muchos más no tienen documentos, viajan prácticamente con lo que traen puesto.
Ante este escenario, urge que los Gobiernos de los países involucrados en este tema tan complejo y difícil, se reúnan extraordinariamente con carácter urgente, e ir proponiendo medidas de solución a corto, mediano y largo plazo. Con objetivos y tareas claras, que permitan desalentar este éxodo de miles de familias de Centroamérica, antes de que ya no puedan controlar este fenómeno social.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Animooo!
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