El Inhumano Oscar Gurría
Ernesto L. Quinteros
Sin ninguna pisca de intención de ayudar al prójimo, el inhumano Ayuntamiento Municipal de Tapachula que aún preside Oscar Gurría, ha dejado desamparados a los familiares del policía municipal Gilberto Pérez Roblero, quien perdió la vida al intentar detener a un delincuente que le disparo a quemarropa en las inmediaciones del mercado ‘San Juan’ de esta ciudad, hace ya un mes.
Muchas versiones habían corrido en torno al pago del seguro de vida a familiares del guardián del orden, funcionarios municipales intentaron por todos los medios tapar esta aberración, que al final del día sale a la luz pública.
La esposa del policía municipal, Concepción Mejía, informó que después de que las autoridades municipales la hicieron dar vueltas y pedirle un sinfín de documentos, no le quedó de otra que revelar ante los medios de comunicación lo que sucede, “ella y sus tres hijas han estado en el desamparo total”.
La palabra del alcalde Oscar Gurría el día del funeral de los elementos policiacos, fue que apoyaría en todo a la familia, pero sólo fue un discurso perverso, mintió.
Angustiada, la viuda del policía caído en el cumplimiento de su deber, expuso que no les han dado la indemnización que le corresponde por el fallecimiento de su marido.
Al parecer, al Alcalde no le interesa nada de lo que pasa en las dependencias municipales, y menos con su personal de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.
Situaciones como estas son las que ponen al descubierto la corrupción, el abuso de autoridad y sobre todo las omisiones que comenten funcionarios municipales, al mando del edil Gurría.
Quienes trabajan en la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tapachula han hecho denuncias anónimas de la impresionante corrupción que existe en dicha dependencia, una y otra vez.
La gran mayoría tiene miedo de perder su trabajo, pero también temen perder la vida y dejar en la orfandad a sus familiares, esposas e hijos, sobre todo cuando ven cómo se las gastan en la administración municipal, en donde existe una total impunidad, no se castigan los actos de corrupción.
Inseguridad de los Policías.
La inseguridad también se ha apoderado de los policías municipales de esta ciudad, quienes lejos de pensar en combatir a la delincuencia e implementar nuevas estrategias en apoyo a la población, hoy están más preocupados en auto-protegerse.
Sí, lo que ha pasado en la Secretaría de Seguridad es inédito, primero con la intoxicación de los policías, por consumir alimentos descompuestos y de mala calidad. Lo cual por cierto nunca se investigó y nunca hubo responsables.
Incluso se ha denunciado que la empresa distribuidora de alimentos que brinda el servicio a la corporación, sigue siendo la misma.
Y segundo, también se ha denunciado el excesivo y desmedido gasto público en materia de seguridad, en donde los presupuestos millonarios invertidos no han impactado en los resultados de brindar un mejor servicio de seguridad pública para la población tapachulteca.
En este tema presuntamente están inmiscuidas empresas de familiares e incondicionales del Edil.
Y por si esto fuera poco, hoy sale a la luz pública la denuncia de la viuda de un policía municipal a la que han dejado en el desamparo total con sus tres hijas, porque no les han pagado el seguro de vida. ¿Qué falta para que el Edil reaccione?
O será que Oscar Gurría también es inmune al dolor humano, y en realidad no le interesa nada de lo que sucede en el Ayuntamiento de Tapachula.
Mientras esto sucede, usuarios de las redes sociales le siguen dando una tunda al Edil, porque al parecer solo trabaja de lunes a viernes, y los sábados y domingos los utiliza para realizar viajes a la Ciudad de México o para asistir a algunos conciertos. Es decir, él, se la lleva relajado, relajado.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Ánimo!
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