“No es lo mismo torear que ver los toros desde la barrera”
La Lucha Sigue
Oscar D. Ballinas Lezama
Para nadie es secreto que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha mostrado estar decidido a buscar el mejoramiento de las condiciones de vida de la sociedad mexicana, no obstante, su proyecto de la cuarta transformación parece que aún no es entendido por muchos de sus conciudadanos y eso le está haciendo más difícil la tarea.
El actual dueño de la ‘silla del águila’ no ha tenido tiempo ni de sentarse en ella, su ritmo de trabajo nos deja en claro que está dispuesto a morirse en la raya antes que echarse para atrás, ni siquiera para tomar impulso.
Apenas han pasado seis meses y la estrategia de López Obrador viene colocando sus piezas dentro del ajedrez político y no falta quien señale que ese cambio va a paso de tortuga, sin tomar en cuenta que Roma no se hizo en un día.
La reciente visita hecha por López Obrador a la región del Soconusco, para sostener una reunión de trabajo con su homólogo de El Salvador, Nayib Bukele, que fue atestiguada por el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, dejó en claro la urgencia del mandatario mexicano por fortalecer el Plan de Desarrollo Integral, que aparentemente solo beneficia a los centroamericanos, sin embargo, es un tema que tiene muchas aristas y va más allá del sentimiento humanitario que distingue a la actual administración federal, ya que involucra también una solución para el rescate del medio ambiente.
El camino para las administraciones federal y estatal de Chiapas aún es largo y queda mucho por andar, sin embargo, hasta ahora se ha visto que hay buena voluntad y un gran esfuerzo en la búsqueda de un cambio sociopolítico y económico en este país de las maravillas en donde hasta el más pelón se hace trenzas.
Los expertos en estos menesteres opinan que no son momentos para desesperarse, ni debe perderse la fe en quienes ofrecieron un cambio y han demostrado que traen ganas de trabajar, como Dios manda.
La historia de México nos deja en claro cómo gobernaron quienes antecedieron a AMLO, creando tiempos de oscurantismo en la nación azteca; cuando la corrupción, la impunidad, los abusos de poder y la intolerancia eran el pan de cada día y pocos protestaban, hoy, a unos cuantos meses de la nueva administración, muchos exigen pronta solución a sus demandas, como si los nuevos dueños del poder trajeran una varita mágica.
Si bien existe incertidumbre entre gran parte de la población de la entidad fronteriza en el sur de México, sobre todo entre quienes carecen de trabajo y la pobreza es como un fantasma que buscan vencer en su vida, nadie ha tirado la toalla y conservan su fe y confianza en el esfuerzo del Presidente y del Gobernador de Chiapas.
La gente pide que no vaya a dejarse en el olvido la lucha por bajar los precios de las gasolinas, de la luz eléctrica, medicamentos, alimentos que cada día cuestan más y que se bajen los impuestos, porque ya no hay salario que alcance.
Son estos problemas entre otros los que el actual gobierno debe priorizar y buscarles una solución, ya que el horno no está para bollos; no será fácil resolver todo en tan poco tiempo, pero si la sociedad pone su granito de arena se podrá empujar mejor esa carreta.
Lo que ha sido positivo en la región, es la presencia de la Guardia Nacional que ha logrado inhibir bastante el índice delictivo, ojalá que sigan las cosas así y se logre la detención de las diversas bandas delincuenciales que operan en la región.
En otras cosas, el plantel 35 del Colegio de Bachilleres de Chiapas puso en marcha un laboratorio de emprendimiento, junto con su personal administrativo y directivo, para incentivar en las y los jóvenes las habilidades comunicativas en la lengua extranjera de Inglés.