Por Oscar D. Ballinas Lezama
Tambores de Esperanza
México se debate entre el bien y el mal; en la búsqueda de un cambio para lograr su cuarta transformación, está sacando la podredumbre política social y abriendo una verdadera caja de pandora, que está tendiendo una peligrosa línea entre conservadores y liberales.
Nadie dijo que la lucha por cambiar el viejo y arcaico sistema político iba a ser fácil, los dinosaurios se niegan a extinguirse y sus coletazos han evitado que se facilite el cambio que busca el nuevo gobierno.
Para nadie es secreto que el presidente de este país, Andrés Manuel López Obrador, ha reflejado desde su campaña un interés por sus conciudadanos, sobre todo los que pertenecen a las clases sociales más vulnerables por su educación y economía, lo que es raro entre los que han gobernado esta nación, cuyos excesos e indiferencia ha sido su sello de identidad.
No se puede soslayar que el actual Tlatoani Azteca ha tenido algunas fallas, las que han sido destacadas por sus opositores que buscan bajarlo del caballo, antes de que en verdad cumpla con lo de mejorar las condiciones política-sociales y económicas de este país.
Si bien una de las banderas del actual presidente, ha sido el combate a la corrupción, la impunidad y la inseguridad, no se puede soslayar que las circunstancias lo llevaron a priorizar el problema de la migración, so pena de meter a los mexicanos en un berenjenal al confrontarse con su mayor socio comercial, los Estados Unidos de Norteamérica, en caso de no atender la petición del presidente Donald Trump.
No obstante todos esos contratiempos, el panorama de México sigue siendo positivo, los tambores de la esperanza siguen sonando y el sur de este país está contemplado en el progreso, luego de la promesa presidencial avalada por el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, sobre la inversión millonaria que está presupuestada para esta región del país.
Son apenas siete meses que han pasado, que no son nada comparados con más de 60 décadas en que gobernaron representantes de otros partidos políticos, quienes siempre dejaron a los chiapanecos como ‘novias de rancho’, vestidos y alborotados; los compromiso se cumplieron a medias o definitivamente jamás se efectuaron.
Chiapas, una entidad que ha dado mucho al país y solo ha recibido migajas de la federación, vislumbra ahora la gran oportunidad de crecer y recibir lo que por derecho le corresponde, el esfuerzo del gobernador Rutilio Escandón Cadenas y la amistad que une a éste con el presidente de la república, por sus muchos años de luchar juntos por una misma causa, da más confianza a los chiapanecos de ya no seguir siendo el patito feo de la nación azteca.
La voluntad del presidente de la república mexicana y del gobernador chiapaneco, se han manifestado desde el principio de este nuevo gobierno, de dar a los chiapanecos un cambio de 180 grados en la administración pública, en su entorno social y político, así como combatir la corrupción, impunidad y la inseguridad, causas que ya se están viendo, aunque no con la rapidez que todos quisieran, pero al menos ya existe un principio de darle a los pobladores de esta frontera del sur de México, algo de lo que por derecho y elemental justicia les corresponde.
El programa Sembrando Vida, es una de las opciones para crear fuentes de trabajo, los apoyos para las obras públicas que está financiando el gobierno del estado ha apuntalado ese esfuerzo; les toca a los alcaldes poner su grano de arena sin colgarse de la federación y del estado, trabajando en sintonía por el bienestar de los habitantes del sur.
Seis meses es poco tiempo para cambiar todo el panorama político-económico y social en México, sobre todo en Chiapas, en donde la marginación y el olvido de los ex presidentes de la República, habían enterrado las esperanzas de los que hace años levantaron sus voces protestatarias con un ¡ya basta!
Entendemos las preocupaciones del Tlatoani Federal, porque no es fácil nadar a contra corriente, sin embargo, no debe de perder de vista la Frontera Sur y darle el mismo o mejor trato que a la del Norte, porque el lugar donde empieza la patria ha permanecido por décadas en el olvido y la marginación grosera, lo que no ha sucedido con los vecinos de los gringos.
Pese a todos los esfuerzos hechos hasta ahora, Chiapas sigue resintiendo falta de fuentes de trabajo y de seguridad; no obstante el esfuerzo titánico del gobernador chiapaneco, aunque comparados con otras entidades en el tema de la inseguridad, no están tan mal, al grado que Chiapas ha sido calificado como uno de los más seguros en toda la Nación.
Los analistas políticos argumentan que a más tardar en dos años, se tendrá que ver cómo va a mascar la iguana con el gobierno de la cuarta transformación, que desde luego va a necesitar todo el apoyo del pueblo para lograr esa proeza política.
