Estamos a un año de inicio del COVID-19 en MÉXICO. El virus SarsCoV-2 irrumpió en el escenario mundial en la República Popular China en Diciembre del 19, en un mercado de la Ciudad de Wuhan (hoy cerrado al público), donde expendían mariscos y pescado frescos, así como animales vivos, de esos que se meten a la boca y se les escapan entre los dientes…en esos tiempos la CIENCIA estaba en pañales, se sabía del COVID y hasta ahí. Hace unos días nuestro Presidente lo superó olímpicamente, sin que a la fecha haya dicho cómo pero ahí está en la mañanera, mandando a volar a sus detractores. Cabe mencionar que la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez, en forma solemne siempre condujo ese programa con la ley en la mano. BUENA SUSTITUTA. Estamos tan avanzados en la PANDEMIA que los paisanos en los municipios de los ALTOS de CHIAPAS no quieren vacunarse (cuando llegue), por sus CREENCIAS RELIGIOSAS, que dizque es un invento del Gobierno, afirman «que Dios los vas a salvar», y pues no estamos en contra, hasta el de la «estampita» se llevó el susto de su VIDA. A la fecha existen más de cuatro prospectos de vacuna, ya sabemos cómo evitar el contagio, bien o mal ya se murió un chingo de gente. Ya acabaron con los VIEJITOS. La pregunta es: ¿quiénes deben de adquirir las vacunas?, porque se habla de infinidad de pedidos, pero pocas han llegado a nuestro MÉXICO. Y ojalá sea una de tantas vacunas que nos ponemos anualmente para que termine esta pesadilla. Namás que lleguen…¡Glup!
