La Frontera Sur está Totalmente Abierta al Paso de Migrantes de Diversas Nacionalidades
Ernesto L. Quinteros
Ni el poderoso caudal del río Suchiate ha logrado detener un poco el pasado de miles de migrantes de diversas nacionalidades que están ingresando a territorio nacional de manera masiva, sin ningún problema, en esta región de la Frontera Sur de México.
El tema no es nuevo, sin embargo, este intenso flujo migratorio está generando una gran diversidad de problemas para la población local.
Si bien es cierto que la llegada de miles de extranjeros también genera movilidad económica, en contraparte, existe una infinidad de complicaciones sociales, económicas, de seguridad y de salud pública.
Uno de los problemas más sensibles es la seguridad pública, ya que en estos grandes contingentes también vienen infiltrados grupos del crimen organizado o miembros de pandillas.
Lo más curioso es que lejos de reforzar la seguridad en esta zona fronteriza, existe un total desinterés de las autoridades federales.
En el presente sexenio ya van tres caravanas que salen de Tapachula, Ciudad que se ha convertido en el epicentro de esta crisis migratoria.
Continuar con las mismas políticas de atención al fenómeno migratorio del sexenio federal pasado, será un error.
Mantener una frontera sin vigilancia, en donde es más fácil pasar por las balsas del río Suchiate, de Guatemala a territorio mexicano, que hacerlo por los puentes fronterizos legalmente establecidos, traerá otras consecuencias y problemas para nuestro país.
Es reiterativo, pero estamos hablando de un tema de seguridad nacional para México. Y con todos los conflictos bélicos que existen en otros continentes en estos flujos migratorios también pueden venir terroristas, con intenciones de afectar al vecino país del norte, Estados Unidos, principal socio comercial de nuestro país.
Urge que el Gobierno Federal, los Diputados federales y Senadores legislen y actualicen las leyes y normas de atención a los flujos migratorios. Así como se implementen nuevas políticas migratorias para la atención oportuna a esta problemática.
Aparte, también es necesario empezar a construir una frontera sur más segura y con una mejor infraestructura.
En el sexenio federal pasado, se tenía la esperanza de que el Ejecutivo Federal cumpliera la promesa que hizo durante su campaña, “que despacharía desde Tapachula, junto con todo su gabinete, los temas pendientes de la frontera sur”, lo que nunca pasó.
En la actualidad las autoridades federales parece que se siguen reacomodando, sobre todo quienes atienden el tema de la seguridad pública. Y todo indica que lo mismo pasa con las autoridades del Instituto Nacional de Migración en todo el territorio nacional, y no se ven cambios sustanciales.
Mientras tanto, las caravanas de migrantes se siguen conformando desde Tapachula, recorrer caminando toda la costa de Chiapas e internarse a territorio oaxaqueño, para posteriormente, llegar a la frontera norte de México con Estados Unidos.
Consternación Nacional por Asesinato de Sacerdote.
La delincuencia anda desatada en todo el territorio nacional, sin embargo, en medio de esta normalización de la violencia, la sociedad mexicana se consterno por el asesinato del sacerdote tzotzil Marcelo Pérez Pérez, capellán del templo de Guadalupe en San Cristóbal de Las Casas y defensor de los derechos de los indígenas.
El hecho fue condenado por organismos internacionales. El ataque ocurrió en el barrio Cuxtitali, donde las autoridades encontraron una camioneta blanca y adentro “una persona del sexo masculino sin signos vitales que respondía al nombre de Marcelo ‘N’, párroco de la parroquia de Cuxtitali y originario del municipio de San Andrés Larraínzar”.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana.
¡Ánimo!
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