*NIÑOS Y NIÑAS TRABAJAN JORNADAS DE HASTA 14 HORAS DIARIAMENTE, DOCUMENTA ASOCIACIÓN INICIATIVAS PARA EL DESARROLLO HUMANO, A. C
*AUTORIDADES CARECEN DE UN PROGRAMA DE PROTECCIÓN PARA LOS “NIÑOS EN ESTADO DE CALLE”.
Tapachula, Chiapas; 27 de Abril.- A pesar de que diversos organismos de derechos humanos y Organizaciones No Gubernamentales han alertado sobre la explotación laboral y sexual de menores de edad, en ambos sexos y de origen guatemalteco en su gran mayoría, en Tapachula y en los municipios aledaños, todo sigue impune.
Ahora cada vez más se puede observar que jovencitas ofrecen sus servicios sexuales en las calles cercanas a la Presidencia Municipal, bajo la vigilancia de hombres que se encargan de cobrar y controlar públicamente ese negocio.
Las mismas autoridades han informado que han sido rescatadas menores de edad que eran prostituidas y obligadas a ingerir bebidas embriagantes en tugurios de la ciudad.
Sin embargo, no hay una investigación a fondo que pueda esclarecer la identidad de los explotadores, y eso hace sospechar la posibilidad que haya contubernio con las autoridades.
Pero también hay menores de edad en las esquinas pidiendo limosnas, haciendo malabares, vestidas de payasos o vendiendo golosinas, que al igual que con otros niños en situaciones similares, se desconoce quiénes están detrás de esos jugosos negocios, que se sospecha pudieran estar involucrados servidores públicos.
Miembros del Sindicato de Aseadores de Calzado de la CNOP del parque “Miguel Hidalgo”, han denunciado también que más de medio centenar de boleros, en su mayoría menores de edad y de origen centroamericano, trabajan al margen de las normas en los parques Las Etnias y ‘Lic. Benito Juárez García’”.
Inspectores de la Secretaría de Regulación del Comercio Informal y Ambulantaje del Gobierno Municipal cobran el derecho de piso y permiten que esos niños trabajen libremente sin que ninguna autoridad investigue si hay explotación de menores, si están legalmente en el país y si cumplen con lo que establece la normativa, dijeron.
También es sumamente sospechoso que niños lustradores de calzado y “canguritos” estén trabajando en las madrugadas, por ello consideran que es urgente investigar a fondo la situación porque podrían estar siendo utilizados para la comercialización de drogas.
Y aún más sospechoso es que haya organismos gubernamentales, como el DIF, que tienen explícitamente la responsabilidad de atender a los grupos vulnerables, como el caso de los niños de la calle, pero no lo hacen.
Los payasitos, malabaristas, canguritos, limpiadores de parabrisas, limosneros, vendedores de aguas, entre otros, exponen todos los días su vida entre los carros para ejercer esas actividades, sin que alguna autoridad se preocupe por evitarlo.
Las Redes Sociales y las Bandas Delictivas.
“Las redes sociales se han convertido en un nicho de oportunidades para las bandas delictivas que las utilizan para atraer a niños, jóvenes y mujeres, aprovecharse de ellos y explotarlos en sus diversas manifestaciones, principalmente laboral y sexualmente”, señala un informe de la asociación Infancia Común y del Colectivo contra la Trata de Personas.
Según esa agrupación, la situación de los migrantes, a su paso por México es de alta vulnerabilidad, “porque están en riesgo de ser sometidos a la trata de personas, cuyo problema es difícil de combatir”.
Asimismo, que por lo menos en México la explotación laboral es mucho mayor que la sexual, pero hay una “invisibilización” de la problemática.
Por eso, es necesario impulsar acciones conjuntas en las que participen todas las autoridades y organismos de la sociedad civil en la prevención, combate y desmantelamiento de las redes dedicadas a esas actividades, asegura.
En el caso de la frontera sur, señala que el fenómeno se manifiesta con “cierta gravedad” por ser el ingreso de miles de centroamericanos que buscan llegar a los Estados Unidos, incluyendo a muchos menores de edad que viajan solos.
Incluso, en la zona hay serios problemas de explotación laboral de los denominados “canguritos”, motivo por el cual existen recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que se atienda esa situación.
ORGANISMOS SOCIALES EXPRESAN PREOCUPACION
Por otro lado, la Directora de la Asociación Iniciativas para el Desarrollo Humano, A. C., presentó un diagnóstico sobre niñas, niños y adolescentes migrantes que trabajan en el sector informal de Tapachula.
Lo anterior como resultado de una investigación realizada durante el año 2016, con la finalidad de informar y visibilizar las condiciones sociales que viven los jóvenes trabajadores provenientes de Guatemala, en la ciudad,
Karla Paola González Cordero, realizadora del proyecto, dijo que se presentaron datos relevantes conforme a la aplicación de encuestas con la población trabajadora y así dejar a un lado paradigmas que sólo afectan la actividad de aquellos que por medio de la acción comercial informal generan un sustento.
Durante la exposición de los resultados del proyecto, teniendo como marco las instalaciones de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), se destacó que, si bien el estudio significa una pequeña muestra de la realidad en la localidad, da la pauta de generar conclusiones donde una de las principales es el poder dar el protagonismo al sector, para dignificar su actividad.
Explicó que hubo la presencia de los Inspectores del actual Ayuntamiento, quienes, lejos de apoyar las encuestas, estaban ahí para entorpecer el trabajo que se realizaba, pues buscaban ocultar la realidad por la que atraviesan estos menores.
En su mayoría son niños y adolescentes, dijo. En el caso de los varones, los obligan a trabajan diariamente jornadas de hasta 14 horas y, por la tarde, son las niñas quienes salen a las calles a buscar el sustento diario, pues por las mañanas las tareas que realizan son relacionadas al hogar.
De acuerdo a esos datos, la mayoría de los trabajadores infantiles son de localidades cercanas de Guatemala, quienes vienen por 15 días, regresan a sus hogares una semana y nuevamente vuelven a Tapachula a seguir buscando el sustento económico de sus familias.
Esa es la realidad por la que atraviesan esos pequeños que aseguran estudiar, dijo; sin embargo, se cree que en verdad no asisten a las escuelas porque trabajan todos los días.
El proyecto, que tiene por objetivo ayudar a los menores trabajadores, sostuvo, no fue una tarea fácil, pero tampoco imposible.
Aprovechó para hacer un llamado a la población en general para sumarse a esas acciones de manera altruista.
Esta Asociación Civil cuenta ya con un lugar para poder dar pláticas a los menores, llamada popularmente “La Casa de los Amigos”, en donde se hacen reuniones para poder convivir con ellos y tratar de apoyarlos con cursos para que puedan salir adelante. EL ORBE/Rodolfo Hernández González