Tapachula, Chiapas; 25 de Noviembre.- Alrededor de 40 productores y campesinos de la zona rural alta de los municipios de Cacahoatán, Tuxtla Chico y Tapachula, forman parte de tianguis de productos naturales y orgánicos «El Huacalero», convertido ya en un ícono de la Frontera Sur.
Sus productos y las formas ancestrales de cultivarlos y cocinarlos han encontrado en la población, una aceptación bastante significativa en los 12 años que llevan en esas actividades.
Al principio eran una opción más en la variedad de comida que se ofrecía en Tapachula. Ahora, es una de las principales preferencias para quienes buscan alimentos sanos y oriundos de la región, pero, sobre todo, ese sabor que ni los restaurantes más finos pueden ofrecer a sus comensales.
Hoy, no es extraño ver multitudes en espera de un lugar en ese tianguis, ubicado en la carretera del Antiguo Aeropuerto, a un costado de las instalaciones del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) y del Colegio de Bachilleres de Chiapas, al sur de la ciudad.
Alberto Santiago Vásquez, miembro fundador de ese tianguis, en nombre de sus compañeros recuerda que se conformaron en una asociación precisamente con la intención de llevar productos naturales a la población, libres de fertilizantes y agroquímicos.
Estos son cultivados en su medio natural, de forma orgánica y respetando las condiciones de los ecosistemas y del medio ambiente.
“El gran atractivo son las personas que trabajan los comales y los fogones, porque ellos elaboran las hierbas de la región, como la Pata de la Paloma, Hierbamora, Chipilín, entre otros”, dijo.
En entrevista exclusiva para este rotativo, explicó que la materia prima proviene de las regiones altas de esos tres municipios, incluyendo quesos, quesillos orgánicos y gallinas de rancho, complementadas con las exquisitas tortillas hechas a mano y cocidas en leña.
En la mesa, los visitantes también disfrutan del café orgánico de la Frontera Sur y aguas de frutas naturales, algunas de ellas de cultivos que nunca han probado en sus vidas.
Junta al área gastronómica, hay una sección de venta de plantas, verduras y frutas, también criollas de la región y de origen orgánico.
El tianguis genera empleo para decenas de familias que decidieron conjugar sus habilidades y esfuerzos, como artesanos de la comida y amantes de la naturaleza que son, para ofrecer sus productos a los tapachultecos y ahora, hasta el turismo.
Los recursos generados no se van a otras ciudades, son parte de una economía local que sirve de sustento a toda la población.
Se calcula, grosso modo, que unos mil visitantes acuden los tres días de la semana en la que se instalan, es decir, los miércoles, sábados y domingos.
Así, la población tiene dos alternativas: Buscar los lugares en donde se come sanamente o al tianguis “El Huacalero”, donde -además-, se come muy rico. EL ORBE / Ildefonso Ochoa Argüello
Tianguis “El Huacalero” se Convierte en ícono de la Gastronomía Regional
