* Redactan Oficios en Máquinas de Escribir.
Tapachula, Chiapas; 01 de febrero del 2023.- Los escribano son personas que desde hace décadas ofrecen sus servicios de redactar oficios y otros documentos en máquinas mecánicas de escribir, y que ahora se resisten a desaparecer con la llegada de las tecnologías y la modernidad. En la localidad sólo quedan vivos cinco de ellos, aunque todos mayores de 70 años de edad.
Alejandro López González, el último que aún queda en la parte posterior del parque Benito Juárez, en el centro de la ciudad, dijo en entrevista para el rotativo EL ORBE que hace muchos años comenzó ese oficio en la parte baja del «Palacio de los Zopilotes», hoy edificio consular, y después estuvo en las inmediaciones de la Unidad Administrativa de Gobierno, al sur de la ciudad.
Reconoció que, ante la llegada de la computadora y las impresiones, actualmente la mayoría ya tiene los formatos hechos y ya nada más cambia nombres y parte del texto, pero que todavía hay quienes prefieren los documentos personalizados y son los que llegan a buscarlos.
Calculó en global que la demanda de sus servicios fue disminuyendo hasta un 80 por ciento, es decir, a sólo dejar un margen para sobrevivir. Incluso, que el gobierno ya imprime los formatos con los que hay que pagar y eso ocasionó también un duro golpe para ellos.
Reconoció que el fuerte, por lo menos para él, es la gente del campo, como los jueces rurales y comisariados ejidales, que llegan para hacer escritos, traspasos y todo lo que tenga que ver con la redacción a instancias de gobierno
En muchos de los casos, indicó, llegan y explican lo que quieren y los escribanos son los encargados llevar a cabo todo, sin esperar que les dicten nada.
Cuando esa actividad estaba en auge, hace muchos años, llegaba a redactar al día hasta 40 documentos, algunos de varias hojas. Hoy en día sólo cinco o menos, donde los Lunes y Viernes son los días con más demanda.
Como todo oficio, los costos varían por diferentes causas, pero en términos generales van desde lo económicos, o sea de a 30 pesos, hasta los sofisticados, de 150.
Lo complicado hoy en día es encontrar las refacciones de su máquina, incluso las cintas para imprimir, además de los talleres donde las reparan. La que tiene en uso, lleva con ella 30 años.
Se cree que a mediados del siglo pasado, los escribanos estaban en los interiores de los mercados de Tapachula y se hacían llamar «escritorio público», peo la gran mayoría de ellos ya murieron.
Concluyó que el oficio ha logrado prevalecer porque la educación ha bajado demasiado de nivel, porque ahora todo es copiar y pegar, y que eso también ha originado que los alumnos, profesionistas y hasta presidentes municipales o funcionarios de gobierno, no sepan redactar. EL ORBE / JC