* En Tuxtla Chico.
Tuxtla Chico, Chiapas; 18 de Febrero del 2024.- El dueño de un terreno que se encuentra a un costado del Jardín de Niños “Josefa Ortiz de Domínguez” en el municipio de Tuxtla Chico, se niega a podar unos árboles muy grandes, que se encuentran sobre las aulas de esta institución educativa, lo que representa un riesgo para 120 menores.
Lo anterior se desprende de la denuncia pública que realizó la Directora Técnica de este plantel, Verónica Mota de la Cruz, al explicar que los árboles en mención son de entre 15 y 20 metros de altura, representando un peligro para los menores, padres de familia y personal docente.
El dueño de dicho terreno siempre está ausente, aseguró, y se le han hecho llegar infinidad de escritos, así como se ha solicitado el apoyo de Protección Civil con el objetivo de que el propietario de dicho predio autorice derribar los arboles antes de que suceda una tragedia, p por lo menos que permita podarlos.
“Los árboles puedan caer sobre los salones y los niños están en clases, diariamente asisten a clases de 9 de la mañana a 12 del día, igual nosotros con el personal docente y administrativo estamos aquí, hay actividades con los padres, pero ese peligro está siempre latente, porque no hay una solución de parte de la persona en mención. En tiempo de lluvias hay mucho viento y los árboles pueden caer sobre las aulas, sobre nosotros, ya ven que de repente puede pasar”, expuso.
La denunciante también dio a conocer que la vez pasada cayeron dos árboles sobre la barda de la cancha, en la plaza cívica, en donde se dio parte a Protección Civil, se tomaron fotos y el Comité de Padres de Familia compuso la pared colapsada por unos árboles que cayeron. Afortunadamente este incidente no pasó a mayores.
Sin embargo, es un ejemplo de que existe el peligro latente de que los árboles puedan caer sobre las aulas en horario de clases.
Cuestionada sobre quién es el dueño del terreno aledaño señaló que se trata de un prominente empresario originario de Tapachula, que sus trabajadores siempre argumentan que anda en España, por lo que nunca da la cara.
Ante tal situación responsabilizan a la persona en mención de lo que pueda suceder, pues el terreno aledaño a la escuela se encuentra en el abandono, y la advertencia la están haciendo a tiempo. EL ORBE/JC