Tapachula, Chiapas, 29 de abril de 2025.- Hace unos días la capitanía de Puerto Madero instaló bandera roja, por lo que está prohibida la navegación por parte de cualquier embarcación, debido al fenómeno de mar de fondo. Y a partir del 1 de mayo y hasta el 31 de julio es el periodo de veda de tiburón y raya en el litoral del Pacífico, una medida de conservación que, aunque necesaria para preservar las especies, deja en la incertidumbre a más de 150 familias de pescadores en este poblado costeño.
Esta restricción, implementada por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), abarca desde la frontera con Estados Unidos hasta Guatemala, y busca proteger el ciclo reproductivo de los escualos. Sin embargo, para quienes dependen de esta actividad como su principal fuente de ingresos, representa un duro golpe económico.
En entrevista para el rotativo El Orbe, Alfonso Martínez Mejía, encargado de una palapa tiburonera en la comunidad, expresó su preocupación ante la falta de opciones reales de sustento. Nos afecta porque baja mucho la economía, baja el empleo. Aquí cada lancha son dos personas, y si no hay pesca, no hay trabajo, lamentó.
Aunque algunos pescadores intentarán subsistir capturando especies menores, los ingresos no se comparan con los obtenidos por la pesca de tiburón. A ello se suma la crítica hacia el monto del apoyo gubernamental ofrecido durante la veda: apenas 7 mil 500 pesos por tres meses de inactividad. Ese dinero no alcanza. Es urgente que las autoridades incrementen el apoyo o implementen un programa temporal de empleo, exigió.
La paralización afecta no solo a los pescadores, sino a toda la cadena económica del puerto. Algunas palapas operan hasta con 15 lanchas, lo que significa que decenas de empleos están en pausa. Estamos hablando de más de 100 personas afectadas solo en esta zona, destacó el entrevistado.
En tiempos normales, la pesca de tiburón genera un flujo importante de recursos para Puerto Madero, incluso con demanda proveniente de otros estados. La ausencia del producto no solo impacta localmente, sino que repercute en el mercado nacional.
La Dirección General de Inspección y Vigilancia, en coordinación con la Secretaría de Marina, Guardia Nacional y Profepa, será la encargada de hacer cumplir la veda. Mientras tanto, la comunidad pesquera hace un llamado a las autoridades para que las medidas de conservación vayan acompañadas de apoyos dignos que garanticen la subsistencia de quienes viven del mar. EL ORBE/Nelson Bautista