*Necesario un Programa de Rescate.
Tapachula, Chiapas; 8 de Mayo de 2025.- Tapachula enfrenta una seria emergencia ambiental y sanitaria debido a la alarmante contaminación de sus principales cuerpos de agua. De acuerdo con investigaciones de campo Abraham Ruiz Matías, dijo los ríos Texcuyuapan, Coatán, Cahoacán y Coatancito presentan niveles de polución que oscilan entre el 80% y el 100%, una situación que amenaza directamente la salud pública y el equilibrio ecológico del municipio.
Las causas son múltiples, siendo la sobrepoblación uno de los factores clave. La acumulación de desechos domésticos, industriales y agrícolas ha provocado que toneladas de basura y residuos químicos lleguen sin control a los cauces. Además, en la zona alta del municipio se intensifica el uso de agroquímicos, como insecticidas y fungicidas, los cuales se filtran a las fuentes hídricas.
Advirtió que las implicaciones para la salud son alarmantes. En un clima cálido como el de Tapachula, la evaporación de estas aguas contaminadas genera un aire insalubre, cuyo contacto constante con las vías respiratorias humanas puede derivar en enfermedades como cáncer de pulmón, insuficiencia renal e infecciones bacterianas.
Uno de los datos más inquietantes es la inoperancia de 48 plantas de tratamiento de agua. El organismo Coapatap, encargado del sistema hídrico, enfrenta serias limitaciones técnicas y presupuestarias, lo que ha llevado al abandono de estas infraestructuras vitales.
La situación no se limita al entorno urbano. El agua contaminada fluye hacia zonas agrícolas y, eventualmente, al Océano Pacífico, cerrando un ciclo tóxico: los productos del campo y del mar, consumidos por la población, también están expuestos a estos contaminantes, lo que repercute directamente en la salud humana.
La escasez de agua potable es otra consecuencia visible. Actualmente, el suministro debe ser sectorizado debido a la insuficiencia de la planta potabilizadora, que requiere una ampliación urgente para cubrir la demanda.
Ante el escenario, Abraham Ruiz expresó su preocupación por los planes de desarrollo industrial previstos para Tapachula. Si bien reconoce la necesidad de crecimiento económico, advirtió que la ciudad carece de la infraestructura adecuada para gestionar sus residuos.
Por ello, hizo un llamado a establecer primero condiciones sostenibles antes de avanzar con proyectos de gran escala.
La contaminación de los ríos en Tapachula exige una respuesta inmediata y coordinada entre autoridades locales, estatales y federales, así como la participación activa de la ciudadanía. Solo así será posible garantizar un futuro más saludable y un entorno más limpio para todos. EL ORBE/Nelson Bautista