* Familias de Guatemala Reciben 2.35 Pesos Mexicanos por Cada Quetzal, lo que les Permite Acceder a Bienes de Mayor Valor.
Tapachula, Chiapas; 14 de Diciembre del 2025.- El comercio legal de vehículos seminuevos entre México y Guatemala continúa consolidándose como una importante oportunidad de negocio en la frontera sur, impulsado principalmente por el tipo de cambio favorable para los visitantes guatemaltecos, cuyo poder adquisitivo prácticamente se duplica al convertir Quetzales a Pesos Mexicanos.
Actualmente, el cambio se mantiene alrededor de 2.35 Pesos Mexicanos por cada Quetzal, lo que permite a las familias chapinas acceder a bienes de mayor valor, como automóviles seminuevos, a precios más competitivos que en su país de origen. Esta situación ha convertido a Tapachula y su zona conurbada, en un punto estratégico para la compra de vehículos, tanto para uso familiar como para actividades productivas.
De acuerdo con su representante de ventas, Fabricio Yoc, el principal valor agregado para los clientes, especialmente guatemaltecos, es la confianza, legalidad y transparencia en cada operación.
Los compradores encuentran un amplio inventario multimarcas, que incluye sedanes, pickups, Suv’s, vehículos de trabajo y camionetas de lujo, todos debidamente nacionalizados, con documentación en regla y revisiones mecánicas exhaustivas antes de salir a venta.
Esto representa una ventaja clave frente a otras opciones informales, ya que los vehículos pueden circular sin restricciones en todo el territorio mexicano y, posteriormente, cruzarse de manera legal a Guatemala para su emplacamiento.
Además del beneficio cambiario, los clientes chapines cuentan con flexibilidad comercial, opciones de negociación y la posibilidad de revisar las unidades con su propio mecánico, realizar pruebas de manejo y verificar toda la documentación, fortaleciendo así la certeza de su inversión.
En un contexto donde los aguinaldos, bonos y ahorros de fin de año comienzan a fluir, el mercado automotriz fronterizo se perfila como una alternativa atractiva y segura, que no solo dinamiza la economía regional, sino que refuerza los lazos comerciales entre México y Guatemala, demostrando que la frontera sur sigue siendo tierra de oportunidades. EL ORBE/ Ernesto L. Quinteros





