En Tapachula hay más Cantinas que Escuelas
Ernesto L. Quinteros
En toda la geografía del municipio de Tapachula, ubicada a una media hora de la frontera entre México y Guatemala, que cuenta con más de 400 mil habitantes según el INEGI, con un promedio de 400 colonias urbanas y suburbanas, y unas 800 comunidades rurales tanto en la zona baja del municipio como en la alta, media alta y zona Sierra, se tienen más cantinas que escuelas.
El dato no es nuevo, sin embargo, por la posición geográfica del municipio también cuenta con un alto número de población flotante. Miles de migrantes que se quedan a vivir en este municipio con sus familias, y debido a su constante movimiento es casi incalculable e imposible mantener un control de esta población, además de que por esta ciudad también ingresa y se comercializa contrabando procedente de Centroamérica, principalmente de Guatemala, según información proporcionada por la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) Delegación Tapachula.
Especialistas en la materia, aseguran que en Tapachula se ha incrementado la apertura de antros de vicio, como cantinas, botaneros, bares, discotecas, tugurios, en fin, todo tipo de negocios que venden bebidas embriagantes.
En la administración pasada que encabezó el nefasto exedil de Tapachula, Neftalí Del Toro, este problema se volvió un negocio redondo; sólo por permitir la extensión de horario y solapar estos negocios para que vendieran bebidas alcohólicas de manera indiscriminada y sin ningún control, cobraban cuotas. Ante la complacencia también de la Jurisdicción Sanitaria No. VII.
El asunto aquí que ha llamado la atención es que, según algunos dueños de estos establecimientos ‘legales’, el personal que les pasaba a cobrar las cuotas en años anteriores, a cambio de protección y que los dejaran trabajar continúa realizando esta labor.
El problema es que quienes sí están bien establecidos y pagan todos sus impuestos, están siendo prácticamente extorsionados por presuntos inspectores de Alcoholes.
El modo de operar es prácticamente el mismo, tiene dividida la ciudad en cuadrantes, y en cada cuadrante hay un recaudador general.
Según declaraciones de exfuncionarios municipales, existen cantinas, pocitos y antros de vicio, entre establecidos e irregulares, un promedio de “3 mil 800 establecimientos”, en donde se venden bebidas embriagantes, incluyendo restaurantes. Es decir, en cada colonia existe un promedio de tres a cuatro cantinas, y todas se caen con su mochada.
En pocas palabras, existen más expendios de bebidas embriagantes que escuelas en el municipio de Tapachula.
Con la llegada del nuevo Gobierno Municipal que encabeza Oscar Gurría, quien obtuvo una votación histórica en el municipio debido al hartazgo ciudadano y los abusos de poder cometidos por la administración municipal priista encabezada por Del Toro Guzmán; la población tenía la esperanza que las cosas cambiaran.
Sobre todo porque el Edil en turno, quien llegó al poder gracias al apoyo del Movimiento de Regeneración Nacional en esta ciudad, también pregonó a los cuatro vientos que no permitiría más actos de corrupción, pero ha sucedido todo lo contrario.
La pregunta es, ¿ya se daría cuenta el Edil de lo que está pasando en el municipio con este tema? Porque también ya hay quienes especulan que ya se volvió cómplice.
Mientras tanto el tiempo pasa y la situación se agrava cada día más, las cantinas y antros de vicio siguen proliferando en toda la geografía local, sin que hasta el momento exista autoridad alguna que haga algo al respecto.
Prueba de toda esta situación, más que evidente, es la proliferación de antros de vicio en el corazón de la ciudad, en pleno centro, a unas cuantas calles del Palacio Municipal de Tapachula, en donde tampoco que se ha querido poner orden, y la problemática se ha vuelto más compleja.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Ánimo!
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