Se Autoconsumen, Compran y Contratan
Ernesto L. Quinteros
Uno de los sectores más golpeados durante la T4, a lo largo y ancho del país ha sido el ramo de la construcción.
Las quejas y denuncias son diversas, sobre todo porque no hay crecimiento, no hay inversión pública y privada.
Al respecto, el Secretario General de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana, Hipólito Pérez Morales, externó su preocupación públicamente al respecto, sobre todo porque los indicadores no mienten en cuanto a crecimiento, que en el presente año es del cero por ciento, lo que tiene a esta industria en crisis.
Derivado de este estancamiento económico, muchas empresas constructoras han cerrado sus puertas y sus operativos han tenido que buscar trabajo en las pocas constructoras que tienen algún contrato, o simplemente han tenido que subcontratar servicios para contrarrestar esta crisis.
Explicó que son 32 cuerpos colegiados adheridos a esta Federación, cuya exposición de necesidades ha sido la poca inversión pública y privada en materia de construcción, por lo que solicitaron a la Federación intensificar tareas y proyectos que permitan reactivar la economía del país.
Pero lo que el representante de los constructores no quiso decir, o no dijo, es que hoy en día aunado a la poca inversión pública en el ramo, existe una voracidad en funcionarios de la transformación de cuarta, en todos los niveles, que agudiza aún más la crisis en la industria de la construcción.
Sí, muchos funcionarios morenistas se están autocontratando, autoconsumen productos y servicios, triangulando empresas para verse favorecidos con recursos públicos. Y esto no sólo sucede en el ámbito de la obra pública, también en el de salud, educación, etcétera.
Incluso, en el tema de la entrega de los programas sociales, que es un asunto igual de delicado, porque estamos hablando de que existen presupuestos millonarios que no están llegando a las familias más pobres de este país.
Sobre este tipo de casos, la encargada de combate a la corrupción en la Secretaría de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros ha dado a conocer públicamente que existe una investigación de por lo menos diez Superdelegados, servidores encargados de destinar los programas sociales de la Secretaría del Bienestar.
Precisó que las denuncias proceden de los Estados de Aguascalientes, Chihuahua, Chiapas, Colima, Guanajuato, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa y Sonora, y los Órganos Internos de Control (OIC) tienen la responsabilidad de dar resultados.
Y eso, mi estimado lector, es sólo para que se dé una idea de lo que está pasando con los presupuestos del Gobierno.
No cabe duda que el tan mentado cambio que nos vendieron en el pasado proceso electoral, era pero para retroceder. Ya que antes los funcionarios pedían moches, comisiones y porcentajes en la contratación de productos y servicios en cualquier dependencia gubernamental. Pero ahora eso se terminó, y resulta que los mismos funcionarios se autocontratan y consumen para beneficiarse de los recursos públicos. Es decir, se quieren quedar con todo.
¿Alguien dijo que quería un cambio?
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Ánimo!
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