Tapachula, Chiapas; 3 de Marzo.- El Gobierno de Guatemala reforzó su frontera con Honduras, ante la convocatoria civil de una nueva caravana de migrantes que busca llegar a los Estados Unidos.
Desde el sábado, las autoridades chapinas decidieron implementar una mayor vigilancia y el reporte, hasta ahora, es que han cruzado algunos pequeños grupos desde ese país, “pero como un flujo normal”.
A través de las redes sociales se han comunicado entre sí y se calcula que al menos unas tres mil personas han confirmado su participación en este nuevo éxodo.
Algunos han solicitado esta semana para rematar sus bienes y tener algo de dinero para emprender el viaje, con la propuesta de salir el próximo martes 10 de Marzo, desde San Pedro Sula.
Sin embargo, otros opinan que la salida debe de ser esta misma semana, eso mantiene divididas las opiniones y en alerta a las autoridades.
Hay preocupación, sobre todo en materia sanitaria, pues los flujos migratorios podrían servir para el tránsito de enfermedades, incluso del Coronavirus.
Y es que, aún cuando en esta nueva caravana participarían principalmente hondureños, hay extranjeros de otros países que tienen planeado sumarse al contingente, incluyendo a muchos que han llegado desde Brasil, donde ya fue detectada esa enfermedad.
En el caso de la frontera que divide a Guatemala de México, se informó que la vigilancia se relajó y que las actividades de trasiego de personas y mercancías volvió casi a su normalidad.
El problema es que los niveles del río Suchiate, afluente que sirve de referencia limítrofe entre ambas naciones, ha bajado demasiado de nivel y, con ello, han aumentado considerablemente los pasos informales.
Es decir, hay reportes que señalan que grupos de indocumentados están cruzando de manera ilegal por lugares poco comunes.
Las autoridades en materia de salud habían informado que se pondría en marcha un cerco epidemiológico en esa zona fronteriza, pero hasta este martes no se había cumplido.
Mientras, en la sociedad hay una psicosis en contra de los migrantes, porque los relacionan son el incremento en los índices de inseguridad en la región.
Por eso, este martes un grupo de habitantes de la colonia Pakal-Ná, del municipio de Palenque, decidieron desalojar por la fuerza a más de un centenar de migrantes que se encontraban desde hace un buen tiempo en un albergue, esperando regularizar su situación migratoria.
La intervención de las autoridades evitó que todo terminara en tragedia, ya que los inconformes entraron por la fuerza al recinto y sacaron a empujones a los extranjeros, mientras que afuera los querían agredir.
En el caso de Tapachula, organismos de derechos humanos e, incluso, diversos Diputados federales, han confirmado que hay alrededor de 70 mil migrantes que deambulan -sin oficio ni beneficio- por la ciudad.
Muchos de ellos llegaron en las caravanas de los últimos meses, atraídos por la oferta del Gobierno Federal de que serían contratados en empleos o recibirían apoyos económicos a través de becas y, por lo mismo, decidieron quedarse a vivir en la ciudad.
Otros, unos 50 mil, buscan regularizar su situación migratoria para tratar de avanzar hacia el interior del país y, si es posible, llegar hasta los Estados Unidos. EL ORBE/Ildefonso Ochoa Argüello
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