Petróleos Mexicanos (Pemex) ha reducido su productividad laboral de forma drástica en los últimos seis años, al incrementar en 4% su plantilla de trabajadores, a la par de una caída de 21% en su producción de crudo, según datos de la empresa que hoy celebrará el 87 aniversario de la Expropiación Petrolera.
Las cifras que la empresa entregó a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) muestran que en 2018 tenía casi 125 mil trabajadores y al cierre del año pasado llegaron a 129 mil, la mayor cifra desde 2015.
Además, las cifras de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), organismo próximo a desaparecer, indican que la producción de crudo de Pemex promedió un millón 422 mil barriles diarios en enero pasado, es decir, 21% menos que en 2018, cuando la extracción fue de un millón 810 mil barriles.
El gobierno pasado incluso dio bases a trabajadores temporales en aras de fortalecer a la empresa, misma que comenzó a empeorar en productividad, especialmente en la subsidiaria Exploración y Producción, que reporta menos campos y equipos de extracción.
Asimismo, aunque se invirtió en la filial de refinación, Pemex Transformación Industrial, la empresa no cumple el objetivo de la autosuficiencia, pues se sigue importando 80% de las gasolinas que se consumen, mientras produce más combustóleo y la nueva refinería de Dos Bocas aún no opera a plenitud.
Expertos señalan que esto obedece a que los objetivos políticos de soberanía energética no los respalda un plan operativo creíble.
«Hay que decir primero que no todos los trabajadores son iguales. Donde hay un crecimiento mayor es en el corporativo, Transformación Industrial, última milla, que es la logística, y por la refinería en Dos Bocas. En el acuerdo original con el sindicato, a muchos trabajadores los iban a mover a Dos Bocas, pero contrataron finalmente a más gente, inflando la nómina», apuntó Gonzalo Monroy, director general de la consultora GMEC.
Agregó que el discurso sobre la petrolera pregona una política de austeridad, pero se sigue contratando a más personas, lo que incrementa las pérdidas económicas.
«Si viéramos a un Pemex en expansión, de mayor producción, más refinados, tendría lógica el aumento de la plantilla, pero ha sido todo lo contrario», dijo Monroy.
«De hecho, en el mismo pacto para que no suba la gasolina de bajo octanaje se plantea que la petrolera moverá los combustibles de las terminales de reparto y almacenamiento a las estaciones de servicio, lo que va en contra de la austeridad y la eficiencia, porque tiene que absorber ese costo. Luego están los recortes al presupuesto. Pemex está en una espiral hacia abajo».
Subsidiarias bajo presión
La semana pasada se divulgó una circular en la que Víctor Rodríguez Padilla, director general de Pemex, presuntamente solicitó a la subsidiaria Exploración y Producción (PEP), a cargo de Néstor Martínez, un recorte de 10% del personal de confianza.
EL UNIVERSAL solicitó a Pemex confirmar esa información, pero no recibió respuesta.
No obstante, el recorte afectaría a la subsidiaria que hasta 2023 reportaba ganancias y que tuvo las menores pérdidas el año pasado.
Pemex reportó pérdidas financieras netas en 2024 por 620 mil 605 millones de pesos, de las cuales 95% correspondió al área de Transformación Industrial, incluyendo a la refinería de Deer Park, mientras que 6% del quebranto correspondió a Exploración y Producción, aunado a la comercialización.
Para Luis Miguel Labardini, socio de la consultora energética Marcos y Asociados, el segmento de refinación nunca ha sido negocio.
«Siempre ha tenido pérdidas, sólo que ahora son exponenciales, por la política de sustitución de combustibles. De hecho, la refinación es un negocio difícil en todo el mundo, con bajos márgenes y muy volátil, y es donde más ha crecido la plantilla laboral», destacó.
«Mientras que el rendimiento promedio en el mundo es de 8% en refinación, es más de 38% en exploración y producción. Pemex es muy bueno en exploración y producción. En el contexto del aniversario de la Expropiación Petrolera, es necesario reconsiderar la actual política energética si se quiere ver a Pemex como un negocio viable en el largo plazo».
El pasado 12 de febrero, la presidenta Claudia Sheinbaum negó que hubiera recortes en las áreas productivas de Pemex, pero sí en la burocracia central, haciendo referencia al personal de confianza.
«No, no va a haber recorte de personal, hay todavía una disminución mayor de la parte corporativa en los salarios y, en todo caso, en la burocracia central, pero no en las áreas operativas», expuso.
Pemex enfrenta una deuda financiera de 100 mil millones de dólares, así como pasivos con proveedores por 25 mil millones de dólares. Sun
Crece la Plantilla de Pemex, Pero Producción no Repunta
RELATED ARTICLES