¿Circo, Maroma y Teatro?
Oscar D. Ballinas Lezama
Al menos de 18 universidades del país se presume que sus Directores estuvieron involucrados en la estafa maestra, según las primeras indagatorias de las autoridades federales que están procesando a Rosario Robles Berlanga, considerada cabecilla de los huachicoleros administrativos en el Gobierno de Enrique Peña Nieto.
Al principio se habló del presunto desvío de más de cinco mil millones de Pesos, sin embargo, en la integración de la carpeta de investigación a la extitular de Sedesol y Sedatu, se han encontrado con un supuesto desvío de 37 mil millones de Pesos.
Los supuestos delitos que le han puesto sobre la espalda, a la que también fungiera como Jefa del Gobierno en la Ciudad de México, son hasta ahora el cohecho y el ejercicio abusivo de la función pública, creación de empresas fantasmas y lavado de dinero; aunque el Juez de la causa parece empezar a ‘cascabelear’, ahora se empieza a hablar en los corrillos judiciales, sobre la posibilidad de comprobar el destino de ese recurso o de su devolución, para poder liberar a la exfuncionaria federal encarcelada.
Ojalá que este nuevo proceso judicial iniciado por la Fiscalía General de la República no vaya a tener solo ‘arranque de burro viejo’, como sucedió con Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, a quien intentaron acalambrar amenazándolo con procesar a su familia completa, sin embargo, es la hora que las autoridades federales no informan qué pasó con la supuestas órdenes de aprehensión en contra de Lozoya y su familia, quienes al parecer se carcajean de la ley mexicana y viven tranquilamente en Alemania.
Para nadie es secreto que la persecución feroz de la FGR en contra del extitular de Pemex, se terminó en cuando amenazó con publicar un video que tenía en su poder, en el que, según Lozoya, se demuestra que varios peces gordos de la mafia del poder están metidos en el ajo; empezando por el expresidente Enrique peña Nieto, asegurando que en el sexenio del ‘Señor de las reformas’ no se movía una hoja sin su consentimiento.
A partir de esas declaraciones de quien también hizo ruido diciendo que si lo procesaban a él, deberían hacerlo lo mismo con los integrantes del Consejo Administrativo de Pemex, en donde figuraban personajes como el ex vicepresidente y ex Ministro de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y el exsecretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, entre otros.
El silencio ha sido hasta ahora la contra respuesta de las autoridades federales que hicieron circo, maroma y teatro en el caso contra Emilio Lozoya, dejando entrever que el largo y poderoso brazo de la ley, difícilmente alcanza a los corruptos inmaculados que actuaron a la sombra de la impunidad y lograron para su beneficio, el ‘borrón y cuenta nueva’.
Si en verdad la justicia no va a ser selectiva, la Fiscalía General de la República, deberá revivir el caso de Lozoya y activarlo para que no siga en el olvido, porque se hace difícil de creer que con todos los medios de la modernidad, no logren rastrear su paradero y encarcelarlo.
Además, en el nuevo asunto en el que ahora involucran a Rosario Robles, vuelve a salir a flote el nombre del gran responsable de esos actos de corrupción, del hombre que no dejaba mover ni una hoja sin su consentimiento, amén de otros funcionarios charalitos como Emilio Zebadúa, quien fue el ex oficial mayor de la hoy exfuncionaria federal procesada y encarcelada.
¿De qué corona gozan Enrique Peña Nieto y demás peces gordos, que presuntamente están involucrados en estos casos de corrupción?
El presidente López Obrador ha dicho hasta el cansancio que la ley debe ser pareja, todos coludos o todos rabones, no se puede dejar de aplicar la legislación solo porque los involucrados hayan sido Presidentes de la República o funcionarios de primer nivel, millonarios, amigos o familiares; quien la hace debe de pagarla, han manifestado los que ahora luchan por la cuarta transformación de México, es un compromiso que debe cumplirse o -en su defecto- la gente dejará de creer en esas promesas y en el pecado podrían llevar la penitencia.
