* ELEMENTOS DE LA MARINA, SEDENA Y FUERZAS ARMADAS DE COLOMBIA PARTICIPARON EN EL OPERATIVO CONJUNTO.
* LOS ELEMENTOS CASTRENSES DETUVIERON A SIETE PERSONAS Y UNA EMBARCACIÓN.
Tapachula, Chiapas; 10 de Agosto.- Fuerzas militares y navales de México y Colombia realizaron en las últimas horas un operativo conjunto que dio como resultado la incautación de al menos mil 200 kilogramos de un polvo blanco con todas las características de la cocaína.
Además, la detención de siete personas que participaban en el trasporte del cargamento, así como el aseguramiento de la embarcación, habilitada con dos motores para alta velocidad.
Los primeros informes señalan que el buque había sido detectado desde que supuestamente partió de Colombia, en Centroamérica, y buscaba recorrer aguas internacionales con rumbo a México.
Hubo una persecución desde entonces por parte de la Armada de Colombia, quienes activaron un protocolo de seguridad en el que se alertó a Guatemala, El Salvador y México sobre la posibilidad de que se tratara de un cargamento de drogas.
Ante ello, la Secretaría de Marina-Armada de México, en su calidad de Autoridad Marítima Nacional y en funciones de Guardia Costera, desplegó elementos y unidades de la Décimo Cuarta Zona Naval, con sede en Tapachula y obtuvo apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
Así, el Gobierno de México ya había movilizado a una aeronave tipo Persuader, un helicóptero MI-17, una patrulla oceánica y un buque Interceptor de la Armada.
Sin saberlo, la embarcación menor seguía su curso hacia territorio mexicano, con la seguridad de que habían logrado evadir la vigilancia costera y la persecución de las autoridades colombianas.
Apenas habían cruzado los límites entre Guatemala y territorio azteca, cuando se percataron que eran esperados por las fuerzas militares mexicanas.
La embarcación aumentó su velocidad considerablemente y enfiló su trayectoria a unas 75 millas náuticas, aproximadamente 140 kilómetros al noreste de Puerto Chiapas.
Ahí se encontraron que ya había personal militar que se encontraba a bordo una patrulla interceptora, con el fin de detener la embarcación.
Al verse acorralados, la tripulación de la embarcación que venía de Centroamérica empezó a arrojar a la mar los paquetes que traían como carga, y emprendieron la huida. Se cree que esto lo hicieron con la finalidad de inhibir su presunta responsabilidad delictiva.
Sin embargo, no había muchas opciones para ellos. Con precisión milimétrica las dos fuerzas castrenses nacionales cerraron toda posibilidad de que escaparan, mientras que, desde el helicóptero, los uniformados mexicanos se lanzaban en la oscuridad de la madrugada.
Antes de que pudieran reaccionar, los siete tripulantes vieron cómo los militares descendieron como si se tratara de águilas.
No hubo necesidad de disparar sobre nadie. Los uniformados lograron controlar la situación y poner en práctica lo que, una y otra vez, realizan en sus preparaciones diarias.
Luego, vino la revisión de la nave y la recuperación de 38 bultos que se habían arrojado al mar. En global sumaron un peso de alrededor de mil 200 kilogramos de presunta cocaína.
La carga, la embarcación, así como los siete presuntos infractores de la ley fueron puestos a disposición de las autoridades ministeriales para realizar una serie de evaluaciones e integrar una carpeta de investigación.
De esa manera, mientras el pueblo de México dormía, la Armada y el Ejército Mexicano realizaron en Chiapas uno de los aseguramientos de drogas más importante de lo que va de este año.
Horas antes de ese operativo, autoridades federales en Guatemala localizaron dos aeronaves que transportaban sustancias ilícitas
En una de las naves, que se desplomó en la finca Tecales, en la comunidad de Santo Domingo, Suchitepéquez, se encontraron los cadáveres de dos personas de nacionalidad mexicana que fueron identificadas como Miguel Jesús R. y Octavio L, quienes transportaban 125 paquetes con cocaína.
Además, localizaron en una pista clandestina ubicada en la ruta entre las aldeas Las Pilas y Nueva Candelaria, de Retalhuleu, un Jet parcialmente quemado que contenía 30 paquetes de cocaína. En las inmediaciones había tres vehículos abandonados, uno de ellos con reporte de robo.
También en esta misma semana, una avioneta con matrícula estadounidense fue interceptada y después asegurada por elementos del Ejército Mexicano, luego de que transportaba alrededor de 450 kilogramos de cocaína que, se estima, tiene un valor superior a los 112 millones de Pesos.
La nave cruzó el espacio aéreo de Centroamérica a territorio mexicano sin reportarse y eso generó sospechas. Por ello se montó un operativo de intercepción aérea que la obligó a realizar un aterrizaje forzoso frente a las costas chiapanecas, a la altura del municipio de Pijijiapan
Para lograrlo hubo la necesidad de utilizar un avión de detección, dos interceptores y un helicóptero, todo dentro del “Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024”, según informaron fuentes oficiales.
Al llegar a una zona selvática, al sur del municipio, se localizó a la avioneta modelo C-2016, con matrícula N771SP, en la que se encontraran 18 paquetes de aproximadamente 25 kilos cada uno, conteniendo el alcaloide, con un peso total de 450 kilogramos.
Se calcula que, sumando los dos cargamentos decomisados en Chiapas en los últimos días, se podría obtener un valor de alrededor de 15 millones de Dólares, sin contar el valor de la avioneta y la embarcación utilizadas para el trasiego. EL ORBE/Ildefonso Ochoa Argüello
