*Monseñor pide brindar ayuda a los migrantes, porque no son delincuentes.
Tapachula, Chiapas; 24 de Marzo.- “En los últimos meses hemos sido testigos de cómo las caravanas de migrantes han pasado por nuestra Diócesis. Nuestro pesar y preocupación ante la ‘tragedia humana’, como ha llamado el papa Francisco a la migración forzada, se ha hecho más sensible”, precisó el obispo de la Diócesis de Tapachula, Jaime Calderón Calderón.
“Reconocemos que las crisis que los pueblos viven los han movido a salir de sus hogares. El paso en caravanas de miles de extranjeros que han abandonado su propia tierra nos ha movido a ser solidarios y generosos con ellos. La Conferencia del Episcopado de Honduras en un comunicado de octubre pasado realizó un profundo y denso análisis del fenómeno, proponiendo que no era momento de culpar a los políticos o Gobiernos, sino de actuar de inmediato para fortalecer las estructuras que promuevan una economía sustentable. También dijeron los obispos que era una necesidad muy sentida que los países desarrollados, incluido México, y Estados Unidos dejen de fomentar la xenofobia y condenar a los migrantes señalándolos como criminales o lacras sociales”, agregó.
Más adelante señaló, “en consonancia con nuestros hermanos Obispos de Honduras, ahora nos toca decir que nos esforcemos en reflejar el rostro del buen samaritano y ser ayuda para quienes de paso por nuestra Diócesis buscan llegar a un mejor lugar”.
“Hemos vivido acontecimientos alarmantes de inseguridad y parece que los hechos han disminuido, pero que esto no nos haga bajar la guardia. La seguridad de todos es un tema vital y los principales responsables de velar por ella son las autoridades a quienes confiamos el Gobierno de nuestros municipios. Por eso seguimos invitando a los Gobiernos Municipales y a la instancia estatal para que continúen realizando mesas de seguridad con acciones eficaces y que informen a la sociedad de los avances que hay a través de los medios de comunicación”, afirmó. EL ORBE / Rodolfo Hernández González