Tapachula, Chiapas; 23 de febrero del 2022.- A 24 horas de los enfrentamientos entre cientos de indocumentados y elementos de la Guardia Nacional (GN), este miércoles hubo una tensa calma al sur de la ciudad, justo donde se encuentran las oficinas de la Subdelegación de Regulación Migratoria, ya que horas antes ese punto se había convertido en un foco rojo en materia de seguridad nacional.
Después de ese lamentable zafarrancho en donde los uniformados fueron agredidos a pedradas, ahora la multitud de extranjeros se acercó nuevamente para tratar de obtener una cita en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM), para ver si los agentes se dignaban en atenderlos, y aún cuando hoy tampoco tuvieron suerte, no se reportaron incidentes. .

Las autoridades migratorias recibieron solo a algunos migrantes que tenían cita y los fueron pasando en pequeños grupos para iniciar su proceso en esta ciudad fronteriza, el resto se tuvo que regresar y esperar mejor suerte.
Los migrantes en su mayoría haitianos y africanos, se volvieron a concentrar en el acceso principal para esperar a las autoridades mexicanas de migración les atendieran. Mientras que otros extranjeros se mantenían alejados de las oficinas esperando sus trámites, después de las trifulcas que se registraron la tarde-noche del martes.
Estos se organizaron y nombraron a un representante que tenía los documentos de las personas que esperaron todo el día. Los agentes de Migración únicamente recibieron a unas 20 personas de Nicaragua, aún cuando había listados de venezolanos, hondureños, de EL Salvador, Guatemala y en mayor proporción haitianos y de África.

El gobierno de México optó por mantener en ese sector del sur de la ciudad a los elementos de la Guardia Nacional, para reforzar la seguridad y proteger la integridad de la población, ante la postura agresiva e intolerante de los que entraron ilegalmente al país y que ahora exigen de todo.
En las últimas horas también se sumaron equipos antimotines de la Policía Estatal y de la municipal que llegaron a reforzar la presencia de las fuerzas del orden, ya que la población está cayendo en pánico y los turistas de plano han dejado de llegar a la ciudad. EL ORBE / M. Blanco