*En Tapachula ya hay Resultados Favorables.
Tapachula, Chiapas; 19 de Junio de 2022.- Dengue, Chikungunya y Zika son enfermedades transmitidas por vectores, causadas por virus con características comunes, por ejemplo: los arbovirus (artrópodos como los mosquitos), del mismo género (Aedes), y producen síntomas como fiebre y sarpullido.
En ese sentido, en el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), unidad Tapachula, Ariane Liliane Jeanne Dor Roques, investigadora del Conacyt, adscrita al Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente, del Grupo Ecología de Artrópodos y Manejo de Plagas, quien trabaja en varias líneas para atender esta problemática, en entrevista con EL ORBE, dijo que actualmente se han enfocado en la Técnica del Insecto Estéril (TIE) aplicada a los mosquitos del género Aedes, control de calidad de los producidos, medición de impactos de la TIE en la sociedad y su vinculación con la misma.
Partiendo de la base de que las hembras de esos insectos se alimentan de sangre humana, en tanto los machos de néctares naturales, dijo que la tecnología del TIE la están implementando en las zonas rurales de la parte baja del municipio de Tapachula, con el propósito de disminuir la cantidad de mosquitos, y del mismo modo, bajar la incidencia del Dengue, Chikungunya y Zika.
Agregó que en condiciones ideales se puede suprimir completamente la población de mosquitos, eso sería lo ideal, en donde toda fluya y vaya bien, sin embargo, siempre hay problemas de tipo social que van apareciendo sobre la marcha, como la resistencia a la creación de muchos machos para esterilizarlos y provocar que copulen con las hembras y evitar la descendencia.
Explicó que ya listos y debidamente esterilizados, tienen que ser esparcidos en las zonas rurales, pero aquí es cuando aparece el rechazo de la gente, ya que los zancudos, en grandes nubes, bajan o buscan a las personas con las consabidas molestias.
Añadió que la Secretaría de Salud nebuliza zonas rurales y urbanas con insecticidas para exterminar el mosquito transmisor, acción que puede ser efectiva, pero resulta que muchas veces el vector no muere, sino que se adapta a las condiciones y continúa con vida, infectando a las personas. El problema es que, ya adaptados, tienen hijos y éstos resultan ser más resistentes a esos insecticidas esparcidos. En cambio, con la aplicación de la tecnología TIE, han visto y comprobado que sí ha bajado la incidencia.
Dijo por último que el proceso es largo y requiere de la colaboración y comprensión de las personas que viven en las comunidades donde se desarrolla. Desde luego, para tener la certeza del éxito del programa, es necesario que la liberación de los mosquitos estériles sea continua. EL ORBE/Nelson Bautista
