Tapachula, Chiapas; 19 de marzo del 2023.- Los Centros Integrales Educativos que, entre otras cosas, se especializan en atender y contribuir en la educación de niños con Síndrome de Down, influyen alrededor de un 80 por ciento en su formación e inclusión con el resto de la sociedad.
Janet del Carmen Salvador González, abuela de una niña Down, dijo en entrevista para el rotativo EL ORBE que al principio es difícil, porque es un reto. Pero gracias a que existen ese tipo de instituciones, ha ido avanzado bastante, en su forma de sentarse y comportarse.
Recordó que la menor lloraba mucho cuando empezó a asistir, sobre todo por las reglas que debía de respetar. Por ejemplo, en el aula había demasiado material didáctico y quería utilizarlo todo al mismo tiempo, pero después aprendió que cada día es algo distinto y en orden.
«Vamos avanzando. Tal vez para algunos sea poco, pero para nosotros es bastante. Venimos desde Huixtla y es todavía más el logro porque tenemos que transportarnos, y eso implica también en lo económico», agregó.
Por su parte, Alejandra Valentí Espinoza, madre de un niño Down de 4 años de edad, recordó que, desde que tiene un mes de nacido ha asistido a estimulación temprana, además de las terapias de lenguaje para que él pueda posteriormente desarrollarlo y tener una mejor vida independiente.
Agregó que ahí todos los niños tienen un ritmo diferente de aprendizaje, pero que ha visto en su hijo que todas sus terapias y estimulaciones han ayudado muchísimo a su desarrollo. «El es un niño independiente que ahorita está en segundo de preescolar en una escuela regular, pero porque tiene el apoyo extra en las tardes con sus terapias».
Luego habló de la ayuda a un desarrollo e integración en la sociedad, «y lo estamos intentando, porque sabemos que vivimos en un mundo donde la inclusión es un tema que todavía está muy cerrado. Se habla de eso, pero no es así de que todas las personas incluyan, él se está preparando para ser lo más independiente posible en este mundo en el que estamos, en esta sociedad en la que vivimos».
En esas instalaciones hay 12 personas con síndrome de Down en diferentes edades, «y por ello hay un plan integral para ellos». EL ORBE / JC